Cecilia Viñas fue desaparecida durante la última dictadura cívico militar junto a su compañero, Hugo Penino. La joven se encontraba embarazada y por la reconstrucción se supo que su hijo nació en cautiverio. Hasta acá, la historia de Cecilia se suma a los cientos de casos similares, aunque con una distinción: ella, ya entrada la democracia, logró comunicarse con su familia, aún en cautiverio, sin tener novedades de su hijo.

Natalie Naveira describe esta historia mediante el relato de sus protagonistas y las transcripciones de las grabaciones en su libro "Cecilia en algún lugar", editado en 2023En diálogo con Víctor Hugo Morales en AM750, la autora relató la historia, dio detalles de cómo fueron los llamados telefónicos que lograron grabar y qué pasó con el hijo de la joven secuestrada.

"(Cecilia) estaba en un lugar militar. Hubo varios llamados que por suerte se pudieron grabar. No era solamente ella, porque cuando habla dice que los trasladan, que están bien, es como un grupo. Con la familia Viñas nos ponemos a pensar quiénes podían ser. Se habla mucho de la búsqueda y el amor", afirmó.

"Cecilia y Hugo eran de Mar del Plata. Eran perseguidos. Se trasladaron a Capital Federal y acá los secuestran. Había dos llamados grabados. La familia le entrega uno en cassette al ministro Antonio Tróccoli y él dice que va a hacer todo lo necesario y que van a investigar pero en una conferencia de prensa dice que hay una desaparecida que se comunica y, a partir de eso, Cecilia no se comunicó más", contó.

El hijo de Cecilia

"A él lo secuestra Jorge Vildoza que era el segundo jefe de la ESMA y Ana María Grimaldo. Eran sus apropiadores", señaló. "Tenía un lazo muy fuerte con sus apropiadores. Se acercó a su abuela -la madre de Cecilia-. A su manera ha querido juntar a sus dos familias", dijo.

El médico pediatra Jorge Meijide, más conocido por su faceta de dibujante y guionista en la revista Humor y bajo el seudónimo Meiji fue quien descubrió la verdadera identidad del hijo de Cecilia cuando fue a atenderlo a la casa de sus apropiadores y denunció la situación. No obstante, tanto Vildoza como su esposa lograron escaparse a Europa. A él nunca lo encontraron.