El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, superó una delicada crisis policial que se inició este miércoles con el ingreso de retirados, penitenciarios y familiares al predio de la gobernación. Como sucede en todo el país, el recorte de fondos impuesto por Javier Milei deriva en conflictos salariales con las distintas ramas de quienes trabajan para el estado. El mismo miércoles, los referentes de la protesta firmaron un acta aceptando una reunión el lunes, no entraron al edificio como amenazaban, pero decidieron hacer un acampe hasta que se concretara el encuentro con el gobernador o la ministra de Seguridad, Fabiola Segura. Finalmente, este jueves, se concretó una reunión entre el gobernador Jalil, la ministra Segura y referentes de los policías y agentes penitenciarios, donde se acordó un aumento del 30 por ciento de los sueldos, una suma fija de 30.000 pesos y la formación de una comisión para revisar cuestiones puntuales.

El estrangulamiento a las provincias del dúo Milei-Toto-Caputo produce verdaderos cataclismos en los distritos que, de hecho, están afrontando reclamos de todo tipo: tuvieron que aumentar el boleto de colectivo, están en una difícil negociación con los maestros, los estatales, los médicos, enfermeros y, por supuesto, los policías.

Es evidente que los efectos son distintos en cada una de las provincias. Hay distritos que no dependen tanto de los fondos nacionales, porque tienen un porcentaje relevante de recaudación propia. Otras provincias, en cambio, requieren de los fondos nacionales sí o sí. Por un lado, la coparticipación, que es obligatoria y automática. Pero hay otros fondos, que no son discrecionales, sino que salen de leyes y decretos e incluso que están en el presupuesto 2024, dado que se prorrogó el de 2023. El juez federal de Rawson, Hugo Ricardo Sastre, le dio hoy la razón al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y le ordenó al Poder Ejecutivo que le restituya el dinero del Fondo Compensador del Transporte. El magistrado consideró que el sistema de transporte “no es sustentable”, que el gobierno no puede aprovechar su “situación dominante” para actuar “de forma intempestiva”. Torres y el intendente de Comodoro Rivadavia Othar Macharashvili consiguieron ese fallo favorable, pero el recorte de los fondos nacionales no se dá sólo en el transporte. Catamarca es una de las provincias a las que no le será fácil superar el ahorcamiento.

En el marco de esa crisis, se produjo el conflicto policial, pero no se podía avanzar mucho porque Jalil estaba de visita en Misiones. No había negociación posible cuando retirados y familiares de policías ingresaron al predio de la Casa de Gobierno y parecía que iban a tomar el edificio mismo. Hubo un diálogo precario, se acordó una reunión para el lunes, pero los representantes de los policías decidieron realizar un acampe en las afueras de la gobernación.

El clima estaba muy caldeado y el gobernador decidió encarar la negociación de inmediato. Tras una larga reunión, este jueves se acordó lo siguiente:

*30 por ciento de aumento en los sueldos. Corresponde a febrero, se pagará en marzo.

*Una suma fija de 30.000 pesos que los policías cobrarán el 28 de febrero.

*Se conforma una mesa de trabajo para tratar cuestiones cotidianas como la indumentaria o la demora en las gestiones administrativas, por ejemplo.

*La negociación salarial pasa a ser bimestral.

Por lo que se refleja en los medios locales, ambas partes quedaron satisfechas y, según parece, la crisis quedó superada.

Sin embargo, lo de Catamarca se repetirá probablemente en otros distritos y en las distintas áreas de los gobiernos provinciales A muchísimos gremios se les ofrece el 12, 13 por ciento de aumento, cuando sólo la inflación de enero trepó al 20 por ciento. Habrá provincias con mayor capacidad de negociación, más espaldas financieras, y otras que no tienen margen. Como se sabe, La Rioja quiere emitir moneda, varios distritos van a la justicia, pero el escenario es de conflictos que no tendrán fácil solución. Un punto de partida dramático es que el boleto de colectivo costará algo más o algo menos de mil pesos en casi todos lados. Son más de 100.000 pesos mensuales en una familia que no se mueve mucho. Parece una cifra impagable y pone la vara muy alta en todas las negociaciones.