A partir de su asunción como intendente, Andrés Watson fijó en la educación un eje transversal y prioritario en sus acciones de gobierno: propiciar espacios seguros, de calidad para los procesos de enseñanza fue su misión primordial. Desde 2019 a la actualidad, fueron desplegadas múltiples obras para la conformación de sitios acordes en todos los niveles y modalidades. 

“Esta gestión municipal intervino 130 edificios escolares de los 175 existentes en el distrito”, expresó el Mandatario Comunal. Los trabajos fueron diversos: construcción de nuevos inmuebles, reacondicionamientos integrales en techos, sistemas eléctricos, redes de gas, accesos, entre otros. En septiembre de 2023, junto al gobernador bonaerense -Axel Kicillof-, el Alcalde inauguró el Jardín de Infantes Nº949 en Santa Rosa, una región con solicitud creciente de vacantes en el primer eslabón de la trayectoria pedagógica. 

En aquella oportunidad, el Jefe de Estado varelense marcaba la posibilidad de “completar en el partido todas las etapas de aprendizaje: inicial, primaria, secundaria y universitaria”. Reflexionaba sobre la relevancia de “sostener la tarea articulada con el objetivo de promover la movilidad social ascendente e incluir a la ciudadanía en su totalidad”.

Por su parte, la directora anfitriona -Sonia Di Natale- describía a “una comunidad feliz por saldar una deuda histórica en la zona y garantizar el derecho a la escolarización de tantos niños y niñas”. También en 2023, acompañado por la máxima autoridad provincial, el titular en el Ejecutivo local presentaba la ampliación de la E.P. Nº8 en El Tropezón. El plan contemplaba cuatro aulas y un Salón de Usos Múltiples acondicionados para responder a la necesidad de cupos en esa localidad. En el lugar, el gobernante distrital recordaba cuando iniciaron “de cero la base realizada por la administración 2015-2019 porque estaba mal hecha. Utilizaron recursos y fueron ineficaces”. 

“Su reconstrucción la emprendimos con la misma excelencia aplicada en toda la infraestructura que habilitamos”, comparó en aquel momento. De igual manera, comenzó una puesta en valor de la E.S. Nº22 en La Esmeralda. Las tareas, sobre 1371m2, fueron diagramadas para readecuar las instalaciones e incorporar sectores bajo la premisa de aumentar su capacidad.

Al respecto, la responsable del establecimiento -Romina Alderete- detalló: “La modificación edilicia permitió evaluar un incremento en la cantidad de integrantes por grupo de 20 a 30 o 35 alumnos y alumnas para duplicar la cifra actual de concurrentes de 465 a 900”. El ámbito superior no quedó por fuera de la proyección en la agenda estatal. El Instituto de Formación Docente Nº54 nucleó labores para una refacción global del sitio, por mucho tiempo anhelada en una institución emblemática del barrio Zeballos. En este sentido, la representante de la entidad -Silvia Bartel- apreció: “Era una demanda muy solicitada por estudiantes, docentes. Necesitábamos una renovación. Fue una lucha que valió la pena”.