Cinco de los vigiladores que trabajaban en el country Carmel, de Pilar, cuando fue asesinada María Marta García Belsunce, hace 15 años, fueron citados a prestar declaración indagatoria por los nuevos fiscales de la causa. Se trata de Norberto Glennon, Ramón Ortiz, Eduardo Vera, Víctor Hugo Contreras y Ramón Alfredo Acosta, quienes hasta ahora siempre habían declarado como testigos en la causa. La indagatoria para estos ex vigiladores había sido solicitada hace unos días por el abogado Gustavo Hechem, quien representa como particular damnificada a María Laura García Belsunce, hermana de la víctima.

Luego de analizar el escrito de la querella, los fiscales de Pilar, María Inés Domíguez y Andrés Quintana, quienes instruyen la causa desde que en diciembre pasado el viudo Carlos Carrascosa fue absuelto por el Tribunal de Casación, ordenaron sus indagatorias. “Pedimos que sean indagados por los mismos delitos que a Nicolás Pachelo y su ex mujer Inés Dávalos Cornejo, es decir, por robo agravado y homicidio criminis causa. Estuvieron en el lugar del hecho en un radio muy cercano y son sospechosos”, dijo Hechem.

La hipótesis histórica de la familia García Belsunce es que aquel 27 de octubre de 2002 María Marta llegó a su casa antes de lo previsto y fue asesinada por personas que estaban robando en su casa y la sospecha es que el vecino Pachelo y los vigiladores podrían estar involucrados. 

En tanto, ayer declaró en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar María Victoria Stupenengo, una ex amiga de Dávalos –se pelearon por los robos que Pachelo organizaba en las casas de amigos–, que le dijo a los fiscales que el día del crimen estuvo con la imputada entre la tarde y la noche, cuando fueron juntas a un recital de Diego Torres, y así avaló la coartada que su ex amiga dio en su indagatoria del 13 de octubre.

En aquella declaración, que duró nueve horas, Dávalos dijo que era inocente, que el día del crimen se fue a las 14 de Carmel en combi con dos de sus hijos rumbo a Capital Federal, negó ser la “Dama de Rosa” que fue vista merodeando por la casa del matrimonio Carrascosa y aceptó someterse a los estudios de ADN. Los fiscales ya solicitaron turno para que Dávalos vaya a hacerse la extracción de sangre en la Asesoría Pericial de La Plata.

En la escena del crimen de María Marta fueron halladas manchas de sangre que al ser analizadas revelaron la presencia de dos perfiles de ADN masculinos y uno femenino, que nunca fueron identificados y dieron negativo con todos los familiares, conocidos y sospechosos. La sospecha es que María Marta luchó y alcanzó a lastimar a dos hombres y una mujer antes de ser asesinada.

Los nuevos fiscales que fueron destinados a investigar el caso desde la foja 1 antes de que el 27 de octubre prescribiera la causa citaron a indagatoria a Pachelo y a Dávalos Cornejo como sospechosos de haber cometido el homicidio de la socióloga dentro de su casa del country Carmel. 

Luego de nueve meses de trabajo y de analizar los 42 cuerpos que actualmente tiene la causa, Quintana y Domínguez tienen sospechas de que el entonces matrimonio estaba dentro del country al momento del crimen, y que la hipótesis que apuntaba al vecino sospechoso por sus antecedentes de robos no fue investigada como era debido por el fiscal original del caso, Diego Molina Pico, pese a que siempre fue sostenida por la familia de la víctima.

El robo de un cofre metálico de la asociación benéfica Amigos del Pilar que María Marta guardaba en su casa con dinero en efectivo, tres chequeras y la llave de una caja de seguridad, es el posible móvil del crimen para los nuevos investigadores.