Especialistas insisten con que las grandes inundaciones que afectan a Bolivia hace semanas, que dejaron 43 fallecidos y miles de afectados, están directamente relacionadas con la deforestación. En los últimos cinco años, Bolivia perdió 40.399 hectáreas de la cuenca del Acre, un 26 por ciento de su superficie, según datos divulgados por la fundación FAN.

"Los ciclos de lluvia están alterados. Es la deforestación", explicó Marco Antonio Albornoz, ingeniero forestal que trabaja en proyectos de suelo cobijeño, en el norte de Bolivia.

Mientras las familias afectadas comenzaron a regresar a sus casas para limpiarlas del lodo, el pronóstico climatológico señala que las lluvias seguirán hasta el 6 de marzo, incluyendo este poblado de 100 mil habitantes.

Albornoz dijo que "el ciclo se está reduciendo al punto que en la última década ya se registran tres inundaciones". Añadió que la explotación de oro en Perú con excavaciones en bosques es otro causante del fenómeno.

El experto de CIPCA advirtió también que existen normativas muy permisivas para la adquisición de títulos, cuyo resultado es que 3,5 millones de hectáreas de los bosques se hayan perdido en los últimos 10 años.

Las lluvias de finales de febrero incrementaron en 17 metros el caudal del río Acre, un afluente amazónico que nace en Perú, pasa por Bolivia y termina en Brasil.

Alejo Mamani, nacido en La Paz, se trasladó a Cobija en 1965. Eligió una zona que creía era segura en el barrio Junín, donde "conocí lo que es la inundación. En 2015 hubo de nuevo, pero ahora ya es cada año", se lamentó.