La policía israelí impidió a cientos de jóvenes palestinos la entrada a la Explanada de la Mezquitas, en la ocupada zona oriental de Jerusalén Este, para su primera oración del Ramadán, que empieza este lunes en los territorios palestinos. Además el ministerio de Exteriores palestino calificó como "una provocación y una escalada" el despliegue de al menos 23 batallones de soldados israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania.

Prohibido rezar

Centenares de personas se aglomeraron a la entrada del recinto con el fin de rezar en la mezquita sagrada de Al Aqsa, y en varias ocasiones fueron golpeados con cachiporras por los agentes de policía, según un video difundido en redes sociales. Algunos jóvenes pudieron entrar en la mezquita, detallaron medios locales, ya que llegaron acompañados de sus padres o después de que algunos agentes accedieran a no bloquear determinados accesos.

La respuesta contradice la promesa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien dijo que no habría restricciones a la libertad de culto durante el mes sagrado del Ramadán, en contra de los reclamos del ultraderechista ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Este exponente del movimiento colono y del sionismo religioso reclamó la semana pasada que si no se controlaba el acceso de musulmanes a la Explanada de las Mezquitas, se producirían "celebraciones de Hamas en el Monte del Templo", como Israel denomina a este lugar sacro.

El ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, exigió a Israel que levante las restricciones impuestas en la mezquita de Al Aqsa para evitar una nueva escalada de la violencia en la región. "Israel debe levantar tales restricciones, respetar la libertad de culto y permitir que los fieles realicen sus deberes religiosos durante el mes de Ramadán", señaló Safadi durante una rueda de prensa e indicó que "profanar la santidad de la mezquita de Al Aqsa es jugar con fuego".

Solo en Ramadán Israel suele otorgar miles de permisos especiales a los palestinos, tanto de los territorios que mantiene ocupados de Cisjordania como de la Franja de Gaza, con el fin de permitirles acudir a Al Aqsa a rezar. El año pasado esta festividad movilizó a más de cuatro millones de fieles en Jerusalén Este, la mayoría palestinos, llegando a convocar a unas 250 mil personas los viernes, el día más importante de rezo según el islam.

Dentro de la Explanada de las Mezquitas se encuentra la sagrada mezquita de Al Aqsa, así como el Domo de la Roca, donde se cree que Mahoma subió al cielo. El conjunto constituye el tercer lugar más sagrado del islam, detrás de las ciudades de La Meca y Medina. Para los judíos este mismo enclave se denomina el Monte del Templo, y en él se cree que Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac. Además los judíos consideran que allí se erigió el Segundo Templo, el sitio más sagrado para el judaísmo, destruido en el año 70 por los romanos. 

Despliegue militar en Cisjordania

El ministerio de Exteriores palestino denunció este lunes el despliegue de 23 batallones israelíes en Cisjordania. "Con estas prácticas de provocación y escalada, Israel enciende nuevas tensiones injustificadas en el campo de batalla, especialmente porque sus puestos de control militares y puertas de hierro no tienen ninguna función de seguridad", advirtió la cartera en un comunicado.

Las autoridades palestinas criticaron que los continuos bloqueos en rutas y puestos de control militares, incluso entre urbes y campamentos palestinos, suponen un "castigo colectivo" para sus habitantes, que pueden tener que esperar durante horas en puestos de control para romper el ayuno y almorzar con sus familias en el Ramadán. Según el ministerio de Exteriores, Israel mantiene unos 750 puestos de control militar a lo largo y ancho de Cisjordania, tras el ataque de Hamas de octubre que dejó 1.200 muertos en Israel.

"La lógica militar basada en la brutalidad de la fuerza no proporciona seguridad y estabilidad a nadie", reiteró el comunicado de Exteriores, en el que pidió a las Naciones Unidas que active el sistema de protección internacional para el pueblo palestino. Israel detuvo entre la noche del domingo y la mañana del lunes en múltiples redadas a al menos 25 palestinos. La mayoría de las detenciones se dieron en la ciudad cisjordana de Ramala, pero también en las gobernaciones de Qalqilya, Belén, Hebrón, Salfit y Jerusalén, informó la agencia Wafa.

Con la llegada de Ramadán y la presencia de más fuerzas israelíes tanto de policía como militares en Cisjordania y Jerusalén Este, son muchos quienes temen una escalada de violencia. El propio Netanyahu aprobó el domingo un plan para ampliar la capacidad carcelaria del país, después de que unas 4.000 personas fueran arrestadas desde el 7 de octubre, "la mayoría de ellos en Gaza" según detalló el gobierno en un comunicado. El año 2023 terminó como el más mortífero en el territorio ocupado de Cisjordania desde hace más de dos décadas, con más de 500 palestinos muertos, la mayoría en redadas militares israelíes que también suelen acarrear arrestos.

Sin señales de acuerdo

La guerra no da tregua en Gaza en el primer día del Ramadán. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a "silenciar las armas" en la Franja y a liberar a los rehenes cautivos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre "para honrar el espíritu del Ramadán". Israel volvió a bombardear varios puntos del territorio palestino, según las autoridades de Hamas, en particular Ciudad de Gaza, en el norte, Jan Yunis y Rafah, en el sur.

Para intentar paliar la crisis humanitaria en Gaza, un primer barco fletado por la ONG española Open Arms y cargado con 200 toneladas de víveres, está listo para zarpar de Chipre hacia Gaza, en el marco de un corredor marítimo anunciado por la Unión Europea. El navío espera la autorización de las autoridades chipriotas para zarpar del puerto mediterráneo de Larnaca, a 370 kilómetros de Gaza.

A pesar de una nueva ronda de discusiones en Egipto a principios de marzo, Estados Unidos, Qatar y Egipto, los países mediadores, no lograron pactar una tregua. Hamas exige un alto el fuego definitivo y la retirada de las tropas israelíes antes de cualquier acuerdo sobre la liberación de los rehenes retenidos en Gaza. Israel exige que el movimiento islamista proporcione una lista de los rehenes que aún están vivos, pero Hamas declaró que no sabe quiénes entre ellos están "vivos o muertos".