Así como el peronismo y el radicalismo, el PRO intenta recomponerse del duro golpe que recibió en las elecciones de 2023, cuando no solo quedó en el camino en primera vuelta, sino que terminó por romperse en al menos tres pedazos. Por un lado, Patricia Bullrich y su decisión de integrar el gabinete de Javier Milei, por el otro, Mauricio Macri, que tras coquetear con La Libertad Avanza, ahora quiere retornar a presidir el partido que él mismo fundó y con el que llegó a ser presidente. Y por último, el ex jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, relegado y ofendido con Macri, y abandonado por casi toda la militancia de su espacio.

Esa misma situación se vive en Salta desde mucho antes entre quienes se quedaron cogobernando con Gustavo Sáenz y los decidieron ser oposición, lo que terminó con la intervención provincial del PRO seguida de disputas internas que hoy se presentan como casi insalvables.

En uno de los sectores se encuentra quien en su momento fue el concejal capitalino más votado, José Gauffin, que en las últimas elecciones también cosechó una buena cantidad de votos que lo catapultaron a ocupar una banca en la Legislatura salteña.

Para el hoy diputado, Rodríguez Larreta, como el radicalismo, jugaron un papel “muy tibio” en las pasadas elecciones, mientras el electorado buscaba “los extremos”. En diálogo con Salta/12 se pronunció a favor de la vuelta del Mauricio Macri a la presidencia del partido, aunque con algunos reparos en su intromisión a nivel local, y su favoritismo para con Inés Liendo, a quien el ex presidente le pidió que vuelva a Salta para continuar con su carrera política.

Consideró “buena” en lo económico la gestión del presidente Javier Milei y sostuvo que el PRO es la oposición “amigable” del gobierno. Mientras criticó a Gustavo Sáenz y sus denuncias por la falta de federalismo y la quita de coparticipación.

-¿Cómo está hoy el PRO? ¿hay conducción?

-Bueno, el triunfo de Milei va a producir una reconfiguración total de los espacios políticos en su interior. Porque fue muy impactante que alguien llegue al poder sin tener un partido por detrás, sino que era una alianza de pequeños partidos y espacios provinciales y municipales que adherían a esa franquicia que era La Libertad Avanza. La primera consecuencia fue que Juntos por el Cambio en la práctica ya no existe, queda una pequeña expresión que es la del bloque de concejales en la ciudad de Salta, que no sé cuánto más durarán. Ya era difícil la convivencia antes, y a la larga esto iba a terminar eclosionando. Pero claro, también impacta dentro de los partidos como el PRO, en donde conviven tendencias y miradas diferentes en cuanto al ejercicio de la política. De un lado estaba Larreta y por el otro Mauricio y Patricia, y eso lo definió en las PASO la gente, que eligió una mirada más cercana a la historia del PRO y a lo que es La Libertad Avanza. Después de las generales, la discusión volvió a surgir en cuanto a si apoyar o no a Milei, y de qué manera. Y una vez que ganó, igual, con Patricia que busca desde el gobierno una alianza que exceda lo parlamentario, mientras Mauricio (es) más cauto pero ayudando como lo hicimos con la ley ómnibus. Estoy convencido que el PRO va a ser el que le ponga el nivel de profundidad al cambio que reclaman los argentinos. Y ese va a ser nuestro rol protagónico, de acompañar pero también de poner límites.

-¿Quién tiene que ser el presidente del partido?

-Mauricio Macri va a serlo, a menos que él no quiera. Es el que puede volver a ratificar un rumbo dentro del PRO a nivel nacional. Aunque tengo mis diferencias con él, particularmente en lo que tiene que ver con el funcionamiento federal, y veremos cómo se termina discutiendo eso a la interna. Para mí es importante que cada distrito resuelva sus autoridades sin ungidos por parte de Macri, porque si no terminamos siendo un partido centralista.

-Bullrich ya se corrió ¿Qué va a pasar con Larreta? Porque él ya se paró en la vereda de enfrente de Macri

-Yo a Larreta lo veo como al radicalismo, la gente le pasó por encima por su posición neutral, por ser tibio cuando había que tomar decisiones. Nadie quería eso, había que involucrarse en la definición de país que queríamos, y creo que ahí perdieron muchísimo, y hoy están pagando un costo altísimo esa indefinición.

-¿Y qué va a pasar con la intervención del PRO en Salta?

-Bueno, ahí deberíamos historizar también qué pasó, porque todo surgió cuando buscamos escindirnos del gobierno provincial de Gustavo Sáenz, que llegó con nosotros, pero después decidió pegarse al gobierno de Alberto Fernández. Ahí pasó que (Martín) de Los Ríos, que era el presidente, optó por quedarse y comenzó el tironeo. Todo eso derivó en la primera intervención, pero después llegó un nuevo interventor, porteño, enviado desde allí, que no cumplió su rol sino que fue un operador político de una dirigente, Inés Liendo. Para eso vino, ni nos conocía a los legisladores. Lo que derivó en un despido consensuado a nivel nacional, pero como no se pusieron de acuerdo entre Bullrich y Larreta, decidieron enviar dos interventores. Fue otro desastre, porque ahí caímos en la lógica de la interna nacional. Así que estuvimos todo un año con ese tironeo, que no generó los mejores resultados. Llegamos divididos, con diferentes criterios, y sin embargo, sostuvimos y logramos obtener la candidatura a diputado por capital más votada. Ahora aspiramos a renovar y regularizar nuestro distrito.

-¿Piensa ser presidente del PRO en la provincia?

-Sí, yo aspiro a la presidencia y que sea una decisión mayoritaria y de unidad. Y espero que esta vez respeten desde Buenos Aires y desde Grand Bourg (la casa de gobierno de Salta) la decisión de los afiliados salteños.

-¿Cómo evalúa la gestión de Javier Milei hasta el momento?

-Lo que hizo en la apertura de la Asamblea Legislativa fue lo mejor de Milei, porque les habló a los argentinos con mucha honestidad y tranquilo, con menos agresiones que otras veces. No con ese nivel al que nos tiene acostumbrados. No hace falta tanta violencia verbal para hacer cambios. Por lo que tengo que separar lo que es su personalidad, que no me genera empatía, de lo que propone, que lo apoyo.

-¿Y con respecto a las quejas de los gobernadores por la coparticipación, la quita de subsidios al transporte y el incentivo docente?

-Yo veo que los gobernadores le reclaman a Nación, pero se dan vuelta y a los municipios los tratan igual. El gobernador critica a Milei, pero también ajustó la coparticipación de los municipios, porque decidió congelar el fondo compensador para los municipios a diciembre del 2022. Con esa sola decisión, les están quitando $15 mil millones, y con eso podría pagar el incentivo docente, por ejemplo, porque se necesitan $13 mil millones de pesos para hacerse cargo del FONID, es decir el 1.6% del presupuesto provincial del año pasado. La provincia se resiste a hacer ajustes dentro de su estructura política para atender la situación de crisis. No quiere hacer ese esfuerzo, como, por ejemplo, la de cambiar la estructura en la Ley de Ministerios. Lo mismo pasa con otros organismos como la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT), se lo tendríamos que pasar al Ente Regulador de Servicios Públicos y dejar de mantener toda esa planta que es un aguantadero de la política y que ha demostrado que es totalmente ineficiente. Sirve solo para los kioscos.

-Pero la diferencia de subsidios entre el AMBA y el interior no la puede negar

-No, claro, eso lo atiendo y me he expresado públicamente al respecto. Si antes criticaba a Alberto Fernández porque discriminaba a las provincias con respecto al área metropolitana de Buenos Aires, ahora no puedo dejar de hacer lo mismo. Si le dan al AMBA, a las provincias les tienen que dar igual. Esa es una discriminación real.