El superávit comercial de febrero fue de 1438 millones de dólares. Se trató del tercer mes consecutivo de superávit. La situación se explica por el derrumbe del mercado interno, la caída del consumo y, en consecuencia, el fuerte retroceso de las importaciones. Los datos fueron publicados en el último informe de intercambio comercial del Indec, en un documento que detalló que las importaciones registraron una disminución de más del 18 por ciento interanual. Una derivada más del ajuste ortodoxo del gobierno, que impacta en los ingresos de la población y deprime la demanda interna.

En el informe del Indec se mencionó que el intercambio comercial (suma de exportaciones e importaciones) fue en febrero de 9.624 millones de dólares, lo que representa una caída anual del 6,3 por ciento. A pesar de esto, el resultado comercial (es decir, la resta entre exportaciones e importaciones) fue positivo en más de 1400 millones de dólares. Entre las consultoras privadas marcaron que este superávit de febrero fue uno de los más elevados desde 2012.

En el gobierno, pese al fuerte retroceso del poder adquisitivo de la población, el salto de la inflación, el avance de la pobreza y la desigualdad, festejaron el resultado de las cuentas externas. El planteo es que por segundo mes consecutivo el país no sólo consiguió superávit comercial sino fiscal, es decir que empieza a poner las cuentas macroeconómicas en orden. Sin embargo, una parte de los analistas asegura que estos datos del primer bimestre difícilmente se repitan hacia adelante.

En el detalle de exportaciones e importaciones de febrero, se registró que los despachos al exterior aumentaron 5,6 por ciento interanual. En términos desestacionalizados, se observó un aumento de 2,5 por ciento, mientras que la tendencia-ciclo tuvo un incremento del 2,8 por ciento con respecto a enero. Los precios disminuyeron 6,8 por ciento y las cantidades aumentaron 13,5 por ciento.

Por el lado de las importaciones, se observan los mayores impactos de la política del gobierno. Las importaciones en febrero disminuyeron un 18,6 por ciento en comparación con febrero del año anterior. En términos desestacionalizados, registraron una disminución de 3,6 por ciento, mientras que la tendencia-ciclo descendió 3,9 por ciento en relación con enero. Los precios y cantidades disminuyeron un 6,4 y 13,2 por ciento respectivamente.

Este último dato refleja el nivel de contracción de la economía durante los últimos meses provocado por el ajuste ultra regresivo que lanzó el gobierno en diciembre. Incluso algunos economistas del establishment plantean que las medidas implementadas son de un “salvajismo” pocas veces visto. Por ejemplo, Daniel Artana de estudio Fiel lo planteo con estas palabras: “yo no digo que esto esté bien. Me parece que lo que han hecho con la licuadora ha sido bastante salvaje”. Se refirió principalmente al impacto que provocó la inflación en las jubilaciones y en las pensiones.

Cuando se revisa por rubros, en febrero las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones) de los principales productos y subproductos derivados del cultivo de la soja (porotos de soja, excluidos para siembra; aceite de soja en bruto; harina y pellets de la extracción del aceite de soja; y biodiésel y sus mezclas, entre otros) registraron un superávit de 740 millones de dólares, lo cual fue 32 millones de dólares superior al mismo período del año anterior.

Por su parte, en el sector automotriz (vehículos para transporte de personas; vehículos para transporte de mercancías; y chasis, partes y neumáticos), las exportaciones netas tuvieron un saldo negativo de 250 millones. En febrero del año anterior, mientras tanto, habían registrado un déficit de 268 millones. Las ventas al exterior descendieron 15 millones y las compras u$s33 millones, ambas respecto a igual mes del año anterior.