Son horas difíciles para una gloria del deporte internacional. Una leyenda que atravesó un mal momento, producto de la inseguridad que atraviesa el país. Ubaldo Matildo Fillol sufrió un robo en su domicilio, y le sustrajeron la medalla que recibió tras la obtención de la Copa del Mundo que se disputó en la Argentina hace 46 años.

Al ex arquero de River Plate, Racing y Vélez, entre otros grande equipos, le robaron las llaves de su auto mientras estaba cenando en el buffet del club Gimnasia y Esgrima de Vélez Sarsfield, ubicado en el barrio de Floresta. Una vez que salió del lugar, el Pato descubrió que su vehículo estaba abierto y le faltaban las llaves de su casa junto con varios documentos.

Naturalmente, el legendario golero de 73 años se encuentra sumido en la consternación tras ser blanco de un audaz robo en su residencia. El incidente, que tuvo lugar en su hogar en el barrio de Belgrano, ha conmocionado al mundo del fútbol. A pesar de que los accesos a su edificio y departamento no mostraban signos de violencia, la vivienda del ídolo popular se encontraba en un estado de caos, evidencia del despiadado allanamiento perpetrado por un intruso sin escrúpulos.

En las últimas horas, el Pato publicó un video en las redes sociales en el que ofrece una recompensa, con la promesa de “un silencio absoluto”, a aquellas personas que le recuperen las preseas que consiguió a lo largo de su carrera. “¿Cómo les va? Estoy acá para dejarles un mensaje. No es un mensaje lindo, pero es un mensaje al fin. Es algo que me hace sentir bien, porque he decidido comunicarles a aquellos que se llevaron la medalla del Mundial de 1978 y muchas medallas más de mi carrera deportiva, que representan a mi vida deportiva, que les daré una recompensa”, comenzó el ex arquero en su discurso. Y explicó: “Eso es algo que no les sirve para nada y para mí es la vida. Es la vida de mis hijos y de mi familia. Les daré una recompensa y mantendré un silencio absoluto. Se pueden dirigir a todas mis redes y al Doctor Fernando Burlando, que se puso a mi disposición. A partir de ahí se les dará una recompensa. Ojalá que se difunda y se pueda llevar a cabo”.