La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, denunció públicamente que su línea telefónica particular fue “intervenida” por sectores a los que no identificó pero a los que acusó de ser parte de aquellos “a los que no les conviene que hablemos”.

La situación denunciada por la dirigente de derechos humanos fue evidenciada durante una entrevista radial en vivo, en la que se refería al abuso y las amenazas de las que fue víctima una militante de H.I.J.O.S., tal como ayer lo denunció esa organización.

Mientras Estela hablaba, la conversación era frecuentemente interrumpida por sonidos que se activaban cada vez que ella respondía y tapaban su voz.

“Digan que están intervenidos nuestros teléfonos”, pidió Carlotto a su interlocutor e inmediatamente se volvió a activar un sonido de marcación que, según ella contó, se repitió en varias llamadas que recibió en los últimos días.

La denuncia pública de la titular de Abuelas se suma a los gravísimos amedrentamientos de los que son víctimas tanto los miembros de organismos de derechos humanos, como el caso de la militante de HIJOS, y de dirigentes como la senadora de Unión por la Patria (UxP) Juliana Di Tullio.

La legisladora nacional denunció también hace días que su línea telefónica estaba “pinchada”, es decir intervenida. "Hola Agencia AFI. Ojalá que pincharme el teléfono les sirva para algo más que escuchar mis puteadas al Gobierno. Amén de mis conversaciones personales", denunció en sus redes sociales.

La entrevista que Estela de Carlotto mantenía con la FM Delta 903 fue interrumpida al menos 19 veces en poco más de dos minutos. Y cada vez que ella o su interlocutor se referían a ello, el sonido se repetía con insistencia.

En medio de la maraña de interferencias, Estela pudo decir que no era la primera vez que ello ocurría, que su teléfono “está evidentemente intervenido” y que “esto está demostrando qué clase de situación estamos pasando en la Argentina”.

“Esto es gravísimo” porque “la intervención de la intimidad del ser humano” va en contra de “la libertad de acción” que debe tener una persona, recalcó en los brevísimos tramos que no se superponía el sonido de marcación.

Si bien Carlotto no identificó a quien o quienes pudieran estar interviniendo su teléfono, dejó claro que los responsables son aquellos sectores a los que “no les conviene que hablemos”. Dijo eso y el sonido volvió a tapar su voz.