La propuesta del presidente Javier Milei de trasladar a Jerusalén la embajada argentina en Israel, complicó en el Senado la designación del rabino Axel Wahnish como embajador en ese país. Wahnish fue interpelado por los senadores en la comisión de Acuerdos sobre las consecuencias diplomáticas que la decisión de instalar la embajada en un territorio en disputa –según la resolución de las Naciones Unidas— ocasionaría para el reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas, el rabino personal de Milei aseguró que la decisión del Presidente está “tomada” pero que se llevará a la práctica cuando esté la anuencia técnica de Cancillería. El radical Martín Lousteau, fue uno de los más insistentes en el reclamo de definiciones sobre ese punto al candidato a embajador del Gobierno y tras varios contrapuntos con Wahnish no le puso su decisiva firma al dictamen, que no logró mayoría y por lo cual su pliego no podrá ser tratado en el recinto.

En la audiencia de la comisión de Acuerdos por la que desfilaron varios candidatos a ocupar cargos diplomáticos -- Guillermo Nielsen (Paraguay), Gerardo Werthein (Estados Unidos), Mariano Caucino (India), Ian Sielecky (Francia), Sonia Cavallo (OEA)--, la presentación de Axel Wahnish fue la complicada.

Tras la exposición inicial del candidato a embajador en Israel, la vicejefa del interbloque de Unión por la Patria, Anabel Fernández Sagasti, le consultó por el traslado de la embajada a Jerusalén y recordó que en Argentina “hemos sufrido dos atentados que aún hoy no podemos encontrar justicia”. “¿Por qué esa decisión? Le quiero preguntar si no cree que con esa decisión nosotros entramos en un posicionamiento dificultoso en cuanto al terrorismo internacional. Si no nos pone en peligro“, expresó. Wahnish aseguró que “la mudanza de la embajada a Jerusalén es una decisión de nuestro señor presidente en materia de política exterior, esto lo viene anunciando hace un año” y que “toda decisión genera variables secundarias con impacto”, pero Milei habrá tenido “en cuenta todos los impactos, todos los pro y todos los contra”. “Con el terrorismo no se negocia, no se dialoga”, sentenció el rabino y justificó entonces que “tomar una política de Estado en función de un capricho de grupos terroristas sería justamente premiar los actos de terror”.

A su turno, Lousteau, tras repasar la resolución de la ONU, advirtió: “Si la Argentina mudara su embajada a Israel reconociendo la totalidad, la integridad de la soberanía de Israel sobre Jerusalén, estaría diciendo que un territorio ocupado es reconocido por Argentina y eso tiene consecuencias internacionales para el reclamo de Malvinas”. El rabino contestó que “la ONU dividió Jerusalén en dos sectores, nosotros nunca iríamos a poner la embajada en el sector este, iríamos a poner la embajada en el sector que la ONU reconoció que es la parte de Israel”. “El impacto que pueda tener sobre Malvinas creo que es un tema muy importante y todo el cuerpo de Cancillería lo va a tener que evaluar y tomar todas las consideraciones necesarias para que esta decisión no impacte ni menoscabe en lo más mínimo el tema de Malvinas”, sostuvo.

Luego de otras preguntas de distintos senadores que incomodaron a Wahnish, Lousteau volvió sobre el tema y le preguntó “si tiene noción, conciencia o conocimiento de la existencia de algún dictamen de Cancillería con respecto al impacto de la mudanza de la embajada”.  “Todo movimiento o acción que vamos a hacer va a ser tomada en cuenta analizando todos los puntos en cuestión con el Poder Ejecutivo y con Cancillería, no vamos a hacer nada hasta tener todo claro”, respondió Wahnish y se molestó: “Me siento en un debate presidencial de por sí o no, y no me siento cómodo”.

El libertario Francisco Paoltroni –que preside la comisión de Relaciones Exteriores y Culto-- intentó mediar y reveló que había llamado en medio de la audiencia a Julio Mercado, funcionario de Cancillería. “Le pregunté si tenía conocimiento (de un dictamen técnico al respecto) y me dijo que él no tenía conocimiento, como yo tampoco lo tengo”, dijo. “Igualmente es un tema que lo estamos charlando, no es que desconocemos. Con la canciller Diana Mondino es un tema que estamos investigando antes de tomar cualquier decisión práctica”, cerró el tema Wahnish.

Las respuestas no le cerraron al senador radical porteño, que no firmó el dictamen a favor de Wahnish y tampoco cedió a la presión oficialista que lo invitó a firmar un dictamen que incluyera todos los pliegos. La firma de Lousteau es decisiva para las aspiraciones del Gobierno, frente a la resistencia de UxP y la rebelión de algunos senadores de partidos provinciales.

Como contrapartida, Lousteau presentó un pedido de informe a la Cancillería –que debe ser aprobado por la Cámara alta— en la que solicita detallada información sobre la decisión de Milei de trasladar la embajada argentina a Jerusalén y la evaluación económica y diplomática sobre el tema, y donde se “mencione el impacto ponderado y las posibles consecuencias a tener en cuenta en torno a la trayectoria histórica argentina, y en particular en torno al reclamo nacional sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”. Sin la firma de Lousteau, el Gobierno no tendría el dictamen para tratar el pliego de Wahnish al recinto.