El senador Romario que pretende gobernar el estado de Río de Janeiro acaba de ser acusado en el marco del Lava Jato de recibir cinco millones de reales. Le imputan el presunto delito a cambio de apoyar la candidatura a la gobernación de Luiz Fernando Pezäo en 2014. La noticia la publicaron el sitio O Antagonista y la revista Veja, que se hizo un festín con artículos sobre la desprestigiada dirigencia política brasileña. Citaron el testimonio de un operador de Pezäo que se convirtió en delator. 

“La onda moralizadora iniciada por el Lava Jato es preciso que llegue al fútbol” había dicho Romario cuando se le aplicó la prisión domiciliaria en Estados Unidos al ex presidente de la Confederación de Fútbol José María Marín por el escándalo de la FIFA. También tuvo un recuerdo semejante para Marco Polo del Nero, el actual titular de la CBF que no puede salir del país. Sobre él pesa un pedido de captura de Interpol como consecuencia del FIFAgate. La cruzada depuradora que viene llevando adelante el ex futbolista, ídolo y goleador del Mundial 94, se le volvió en contra. La denuncia mediática que le atribuye haber cobrado un soborno millonario provocó en Brasil que se transformara en blanco de burlas en las redes sociales.