"Nunca interrumpimos la atención por falta de insumos o de equipamiento, nos estamos sosteniendo pese a que la situación del país es muy difícil para todos. La gente tiene derecho a tener salud pública, gratuita, de calidad y como se merece. No podemos dejar de atender, por eso el ministerio provincial sigue invirtiendo y apostando. Eso no baja, y más allá de los problemas, acá se pone todo."

Quien habla es Cinthia Montes, flamante directora ejecutiva del hospital Mariano y Luciano de la Vega, ubicado en Moreno. La bioquímica, que hasta principios de marzo era jefa de Laboratorio  trabaja hace 16 años en el efector de Avenida del Libertador al 710 y cuenta que en el sistema sanitario "hay muchísima más demanda que el año pasado".

La llegada de La Libertad Avanza al Poder Ejecutivo nacional generó cimbronazos en todas las áreas que componen el mapa del Estado, ya sea en la Nación, en las provincias o en los municipios. Si bien el discurso central de Javier Milei y compañía apunta a "lo privado", la escalada sin freno de los precios generó que miles de personas busquen respuestas en el sector público. En el caso de la salud, entre enero y febrero, el servicio de las prepagas promedió un aumento del 40 por ciento. "Es terrible como incrementó la demanda de los distintos servicios del hospital, lo vemos reflejado en el pedido de turnos", explica la directora a BuenosAires/12. 

Ante esa situación que generó un incremento exponencial en la cantidad de pacientes que demandan los servicios de la salud pública, Montes destaca el rol de los efectores que integran la Red de Hospitales de la Provincia. 

"Nos ayudamos entre nosotros, para ver qué tiene cada uno y así abastecernos", dice y remarca que el ministerio de Salud bonaerense "responde para poder contar con todo lo que necesitamos y que no se corte la atención". "Eso se debe a la mirada del gobernador Axel Kicillof, que no pierde de vista la salud pública y hace todo para que sea un derecho garantizado", afirma. 

Por iniciativa del ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak, la mayoría de los servicios de los hospitales de la provincia de Buenos Aires entregan turnos vía WhatsApp, ya que es una manera más simple de acceso, porque erradica las largas filas que comenzaban de madrugada y agiliza el ingreso de los pacientes al sistema de salud. Montes explica que desde diciembre pasado "se notó muchísimo el cambio, porque por la demanda que hay, no nos alcanzan las personas que brindan los turnos, cuando el año pasado sí alcanzaban".

Al aumentar la demanda, cada hospital bonaerense debe incrementar su capacidad de respuesta, lo cual no es nada fácil en los tiempos que corren. Sin embargo, en el hospital Mariano y Luciano de la Vega, la cartera sanitaria de la Provincia inauguró una nueva Unidad de Nefrología y Centro de Diálisis, y entregó un ecógrafo. Montes, que junto con la inauguración comenzó sus funciones como directora ejecutiva, asegura que la nueva unidad "es muy importante para la comunidad de Moreno y toda la salud pública, porque nosotros terciarizábamos ese servicio". "Esta bueno que sea del Estado, porque genera más accesibilidad y permite captar la enfermedad renal de manera temprana", explica.

La nefrología, una de las ramas de la medicina interna, es la especialidad que estudia la estructura y la función renal. El espacio de diálisis inaugurado, que demandó una inversión de 50 millones de pesos y que tiene capacidad para dializar a veinte pacientes agudos y crónicos en dos turnos de lunes a sábado, "genera soberanía sanitaria para nosotros, porque un paciente diabético tiene una alta probabilidad de que termine siendo dializado, y al no terciarizar más ése servicio, la unidad se vuelve fundamental", detalla la directora ejecutiva a BuenosAires/12. 

Según la cartera sanitaria provincial, hay 10 mil personas en diálisis en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, Montes indica que, en materia renal, "lo principal es evitar el ingreso a diálisis", y que para eso se debe trabajar en la prevención, donde el rol de los promotores de la salud se vuelve "fundamental".  

Mediante un screening de creatinas, la prueba que mide los niveles del desecho filtrado por los riñones, los especialistas identifican a los pacientes con fallos renales, captan la patología de manera temprana y los clasifican según su gravedad. La directora ejecutiva subraya que "está bueno que la unidad sea pública y nuestra" porque "es importante no depender de terceros". Explica que, cuando un servicio es terciarizado, el principal problema es el costo que eso conlleva.

Amplía Montes: "El Estado paga para terciarizar el servicio. En nefrología, aún así, dependemos de uno o dos proveedores, porque la especialidad requiere productos que no se fabrican en el país, entonces para obtenerlos el Estado pone plata. Uno está limitado a eso y el costo es alto, y si encima no tenés el lugar, se limita la cantidad y tenés que pagar para que el paciente tenga la atención de una entidad pública, que es su único acceso a la salud".

En cuanto a los profesionales, la directora ejecutiva explica que, tanto en diálisis como en nefrología, el hospital cuenta con médicos y administrativos especializados. "La unidad siempre estuvo armada, lo que necesitábamos era el espacio propio y tener la inversión para contar con la unidad, porque tener más equipamiento permite resolver más problemáticas", apunta.