Un avión de la fuerza aérea israelí bombardeó este domingo el patio del hospital de Al Aqsa en la ciudad de Deir Al Balah, el más importante del área central de la Franja de Gaza, causando 4 muertos y 17 heridos de acuerdo al director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Pedimos de nuevo que se proteja a los pacientes, al personal de salud y a las misiones humanitarias", aseguró Ghebreyesus, quien reiteró que "los ataques en curso y la militarización de los hospitales deben cesar". 

El Ejército israelí alegó que se trataba de "un comando operativo" de la Yihad Islámica Palestina, mientras que el gobierno de Gaza denunció "mártires y heridos" entre un grupo de personas desplazadas y periodistas. En el norte el asedio militar contra el hospital de Al Shifa cumplió este domingo dos semanas, con más de 400 muertos según cifras del gobierno gazatí, entre los que la mitad serían milicianos de la Yihad o de Hamas según Israel.

En Jerusalén se congregaron unas 100 mil personas para protestar contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y pedir la celebración de elecciones anticipadas ante su gestión de la guerra en la Franja de Gaza, que se acerca a los seis meses. Por primera vez, a las protestas antigubernamentales se sumaron familiares de los rehenes secuestrados por Hamas. Se trata de la protesta más multitudinaria en Israel desde que empezó la guerra.