Este viernes arranca la primera de varias fechas que conforman la gira por Buenos Aires de Niniö Ayer, un proyecto musical que cumple sus 10 años con base en Bariloche y ahora vuelve a los escenarios porteños para compartir espacios con bandas cómplices y amigas, entre ellas, Planes para una fuga, la nueva agrupación de la música y poeta Jacqui Casais, gestore principal de estas presentaciones. 

La bienvenida a Niniö se da en el marco de una movida alternativa y contracultural en constante expansión en la que se escucharán canciones íntimas, sensibles y a la vez ruidosas en espacios armados para tejer redes y generar lazos desviados de toda norma. Junto a Planes para una fuga, sumergida de lleno en el shoegaze y hermanada con el estilo punk, emo y emogaze que transita Niniö en sus canciones siempre variantes y fluidas, estas fechas ponen de manifiesto el renacimiento que protagonizan los subgéneros musicales alternativos del shoegaze (cuyo nombre surgió de la actitud de las primeras bandas en los años 80 que tocaban mirando el piso o, mejor aún, sus propios zapatos) y el emo (caracterizado por la sensibilidad, la androginia, la introspección y el rechazo hacia las identidades hegemónicas), signados también por una histórica presencia de mujeres e identidades no varones-cis en sus formaciones, creando con cada concierto un refugio queer dentro del campo musical. 

Compartiendo tablas con Niniö Ayer, Todas las anteriores y Neodoppler, Planes para una fuga presenta en vivo su primer disco homónimo, recién aparecido en plataformas musicales como Bandcamp y YouTube entre otras, armado de 4 canciones aplanadoras y desbordantes de energía junto a una voz sumergida en un mar de guitarras que invitan a transitar otros mundos, frondosos y plagados de misterios. En diálogo con SOY, Jacqui Casais y Niniö Ayer repasan influencias y recorridos, traman nuevas conspiraciones y adelantan algunos condimentos de las fechas que desbordarán de sonido y contracultura todo el mes de abril.

-Desde su aparición el shoegaze tuvo formaciones con mujeres, identidades fluidas, andróginas. ¿Cómo se conecta eso hoy con la escena musical y con las letras que escriben?
-Niniö Ayer:
Tanto el shoegaze como el emo tienen líricas bastante introspectivas, con las que la gente se puede sentir identificada. Las letras para mí no tienen género nunca. Son como un idioma propio, tienen una sensibilidad que llega a personas más rebuscadas, que están pasando por una, a personas que escuchan mucha música con auriculares, que es muy diferente a escuchar un parlante puesto por ahí.
-Jacqui Casais: Yo entré primero al shoegaze por la sonoridad, aparte de la presencia de mujeres, que eso pasa un montón y tiene un componente fuerte de no cis-varones en sus formaciones. Siempre me gustó la presencia de esas músicas del shoegaze porque nunca me sentí cómoda con la típica imagen hipersexualizada. Además es contrahegemónico por cómo se ubica la voz, que no está tan adelante como en el pop, y las guitarras ocupan un montón de espacio. Hay una sensibilidad en lo que hacemos que a mí me interpela, que es muy verdadero.

-El shoegaze, el punk y el emo tienen una historia que supera las cuatro décadas. ¿Cómo dialogan estos géneros con sus recorridos musicales?
-N. A.: V
engo del punk rock, y todo lo que hago termina en el emo por la parte musical, pero la filosofía es del punk. Mis primeros recitales fueron muy aburridos, era el típico punk de bar: cantarle a la muchacha, a la birra y al trabajo. Como nací en una familia numerosa de tíos que escuchaban de todo, me acercaron a los Ramones, Nirvana, Fun People. Todas bandas que tenían ese lado bastante queer que te llevaba a otro estilo de música o a lecturas, porque no eran algo marcado.
-J. C.: A mí el punk barrial me identificó por las historias que cuenta, y porque nunca me cabió el “rockstar” como figura. No representaron a “la estrella de rock”, aunque después hayan sido bandas masivas. Lo que siento con el shoegaze está también en relación con la pandemia, porque en ese momento estaba haciendo música sola y de repente tuve la necesidad de volver a quedarme sorda por las guitarras, y por suerte también mucha otra gente tuvo esa misma necesidad.

Con los pies sobre la pedalera 

Desde diversos ámbitos, Jacqui Casais viene trabajando hace años en espacios contraculturales y liderando bandas y proyectos solista que pisan fuerte en el under local. En esta oportunidad, haciendo tabula rasa del pasado reciente, decidió comenzar con su banda un nuevo camino de exploración sonora, identitaria y estética, abrazando el shoegaze como punto de partida. Así nació Planes para una fuga y su primer disco homónimo, que se presenta este viernes en vivo y ya se puede escuchar en todas las plataformas. Por su parte, Niniö Ayer, con una frondosa discografía de más de 60 trabajos musicales y sonoros compartidos en redes y plataformas, realizará una presentación de temas inéditos que, entre otras sorpresas, aún no han sido estrenados en formato full banda.

-¿Cuál fue el concepto que les llevó a grabar el disco “Planes para una fuga”?
-J.C.:
La producción la hicimos nosotres y lo grabamos en casas, todo en Home Studio. Yo la voz siempre la grabo en mi placard: una técnica que llamo “Fuera del closet” (risas). Se dio que justo algunas personas nos estábamos separando en ese momento y surgió el tema de cómo se transita una separación, cómo se reconstruye una vida después de pasar tanto tiempo con una persona. Lo único que hicimos para estar bien fue hacer música.
-N.A.: Tengo un universo de discos que siempre fue muy low-fi. Los discos también están hechos en Home Studio, la mayoría están grabados con un celular directamente. Lo último que saqué fue un EP conceptual que fusiona la idea del shoegaze con el emo: emogaze, que vamos a presentarlo en las próximas fechas.

-En el shoegaze y el emo siempre hubo una reivindicación de la sensibilidad y la timidez, en oposición a la cultura extrovertida y las identidades hegemónicas.
-N.A.:
Total. Esto es para toda esa gente que no tiene ese espacio típico en el ambiente de la música. Yo salgo con esa clases de canciones, y también hay mucha gente que sale a partir de escuchar una canción así y empieza a conectar. Hemos generado un ambiente con un público bastante queer. El shoegaze y el emo son géneros complicados de digerir. Al hacer todo autogestivo tiende a pasar que la gente piense que todo se hace así nomás, y la verdad es que se trabaja un montón para hacerlo prolijo.
-J.C.: Totalmente. Y si alguien no puede pagar la entrada que sepa que es bienvenide, que nos escriba y de alguna manera le vamos a hacer participar y entrar. Siempre la idea es hacer el evento al que une quiere ir, esa es la clave. Tocar con bandas que te gustan, poner ferias con fanzines, remeras o lo que sea que nos interesa compartir entre todes.

Viernes 5 de abril a las 21: Niniö Ayer, Planes para una fuga, Todas las anteriores y Neodoppler en La Casa del Árbol, Av. Córdoba 5217.
Domingo 7 de abril a las 19: Niniö Ayer, MSSDTA, Coagula y Rachu Resiliencia en El Portal, Lavalle 3073.