Una movilización integrada por trabajadores despedidos de organismos públicos y partidos de izquierda, se concentraron frente al Congreso. Cuando llegaron los esperaba un enorme operativo de la Policía de la Ciudad que no sólo a empujones obligaron a los manifestantes a subir a la veredad, sino que los acorralaron y no los dejaban desplazarse. Tras una hora de tensión habilitaron la salida.

Sin duda lo más grave fue el haber retenido a un grupo donde se encontraban los diputados nacionales Nicolás del Caño, Christian Castillo y Myriam Bregman (PTS-FITU). Algunos de los manifestantes declararon que mientras se encontraban rodeados por los efectivos, éstos le pegaban patadas. Incluso muchos fueron golpeados cuando comenzaron a dejarlos salir del cerco.