El mundo de la moda está de luto por la muerte a los 83 años de edad del diseñador italiano Roberto Cavalli, conocido por sus estampados de leopardo y sus vestidos, que lo convirtieron en el favorito de la 'jet set' internacional durante décadas.
El famoso estilista de moda murió en su casa de Florencia tras una larga enfermedad, indicó la agencia de noticias italiana Ansa.
Cavalli empezó a ser conocido en la década de 1970, cuando estrellas como Sophia Loren y Brigitte Bardot llevaban sus prendas que dejaban al descubierto la piel y que décadas después lucieron celebridades como Miley Cyrus, Taylor Swift, Zendaya, Kim Kardashian y Jennifer López, entre otras.
Fuera de las pasarelas, se le conocía por su pasión por los Ferraris, los caballos, los puros y las camisas abiertas que revelaban un torso bronceado.
Se casó con una finalista de Miss Universo, era propietario de un helicóptero púrpura y de un viñedo en la Toscana, y entre sus amistades figuraban Sharon Stone y Cindy Crawford.
Sin embargo, no todo fue éxito en su carrera, y fue juzgado en Italia por fraude fiscal, en una causa que terminó con su absolución. Su empresa también empezó a registrar pérdidas, lo que le obligó a vender la mayoría de sus acciones en 2015.
Conocido sobre todo por su uso del cuero estampado y los vaqueros, Cavalli siempre apostó por el factor sorpresa en sus diseños, sobre todo con sus estampados animales de leopardo y otros felinos.
En 2005, fue elegido para actualizar los uniformes de las "conejitas" de Playboy y una de sus versiones incluía su famoso estampado de leopardo.
Un discípulo de Dios
Cavalli nació el 15 de noviembre de 1940 en Florencia, cuna de la industria del cuero en Italia, empezó a pintar camisetas para ganar dinero mientras estudiaba arte.
En los años 1970 abrió una tienda en Saint Tropez, punto de reunión de la 'jet set' internacional, y presentó su colección en París.
Después regresó a su ciudad natal, donde presentó sus jeans en el suntuoso marco del Palacio Pitti.
En los años 1980, los diseños exóticos y reconocibles del modista desentonaban con el look minimalista entonces de moda, pero el diseñador regresó con fuerza una década después con unos vaqueros desgastados que resultaron ser un éxito.
"Me encanta todo lo que tenga un vínculo con la naturaleza", dijo en la revista Vogue en 2011, en referencia a sus estampados. Siempre fue un amante de los animales y tenía, entre otros, un mono.
"Me di cuenta de que incluso los peces tienen fantásticos vestidos de colores, al igual que las serpientes y los tigres. Me di cuenta de que Dios es realmente el mejor diseñador, así que empecé a copiar a Dios", declaró a la revista.