Pablo Otero, presidente de Tabacalera Sarandi señaló que Red Point, la marca de cigarrillos de su empresa, vale la mitad que Marlboro de la multinacional Philip Morris (Massalin) ya que se trata de una segunda marca que desde 2005 vale el 50% de las marcas internacionales. 

Otero señaló: "Sucede que se derrumbó el poder adquisitivo en nuestro país. Simplemente la gente no puede pagar precios altos, y básicamente por precio y porque el producto es similar a las marcas de las multinacionales, fuimos creciendo hasta lograr un 30% de mercado. Lo mismo sucede en todo el consumo masivo, existe un auge de marcas económicas. Massalin, líder mundial y acá en Argentina, niegan esto porque viven en una burbuja, o porque no les conviene. La segunda razón por la que podemos vender más barato, es porque Massalin intentó cerrar Tabacalera Sarandí (lo intentó muchísimas veces y de innumerables formas) a través de la Ley Massalin en 2017, donde se obligaba a todas las manufacturas a vender a los precios de Marlboro. O sea nadie iría a comprar una segunda marca a precio Premium y por ende sucedería la quiebra de Sarandí tan deseada por las multinacionales. En ese entonces la prensa no escribió ni una sola línea en los diarios al respecto, lo que comprueba que este tema no le interesa a nadie más que a Massalin y los medios de comunicación amigos.”

“Nosotros -manifestó Pablo Otero- tuvimos que decidir entre cerrar la empresa y discutir por segunda vez en la justicia la validez de esta ridícula ley (ya hubo una ley similar en 2009 llamada Ley Massalin), cosa que hicimos y ganamos ambos juicios. Ahora Massalin va por la tercera Ley Massalin para quedarse con todo el mercado, mintiendo descaradamente, haciendo denuncias anónimas y todo el repertorio de manipulaciones que están acostumbrados hacer en todo el mundo. Todos en la industria tabacalera saben que se trata de una “mafia” corporativa. Sobre todo sus empleados lo saben, y lógicamente optan por el silencio, ante el temor a represalias por una corporación tan poderosa.”

Respecto a las notas que se publicaron sobre su persona en algunos medios, el presidente de Tabacalera Sarandí señaló que “fueron casi al mismo tiempo y el texto es el mismo. Es evidente que son notas periodísticas expresamente direccionadas por Massalin para tratar de ensuciarme a mi y a la empresa nacional que presido.”

“Esta corporación multinacional, Philip Morris (Massalin) quiere por todos los medios una Ley a su medida, para que el Estado subvencione un ejército de personas para controlar precios en puntos de venta a elección, para generar una base imponible presunta y hacernos cerrar la empresa en pocos meses. Por suerte esa locura no procedió en el paquete tributario, por el momento. Massalin elude impuestos con contratos de publicidad en los kioscos, para que los mismos no remarquen los precios, como sí sucede en cientos de miles de puntos de venta en todo el país. Les aportan elevadas sumas de dinero, en paralelo, a los kioscos formadores de opinión. Por ejemplo, cualquiera que fuma sabe que el precio de las marcas de Massalin son muy inferiores en las estaciones de servicio, o en los Open25. Esos puntos de venta no remarcan porque cobran millones por publicidad, que no tributan como cigarrillos. “

"Además, creo que es una ley imposible en una administración que quiere achicar el Estado. Al final Massalin se victimiza porque se actúa desde la lógica y se decidió sacar ese artículo.”

“Por supuesto estuvimos trabajando para que los legisladores interesados en la temática , y de buena fe, entiendan por qué no se podía votar una nueva Ley Massalin para concentrar el mercado. Por suerte hay muchos que creen en un consenso en la industria, antes de promulgar otra ley inútil que termine nuevamente en la justicia."