Apremiado por los tiempos, el oficialismo arma su propio fixture para el tratamiento en comisiones esta misma semana de la nueva versión de la Ley Bases y llevarla al recinto de Diputados la semana próxima, aunque el proyecto todavía es un borrador sujeto a negociaciones con gobernadores y bloques dialoguistas. La Casa Rosada logró avanzar en acuerdos con las bancadas aliadas sobre el texto reducido pero todavía duda si suma al proyecto o discute por separado la reforma laboral que propuso la UCR. El proyecto no tiene el respaldo de todo el radicalismo y suma cuestionamientos de otros bloques y diputados dialoguistas. En tanto, el Ejecutivo aún trabaja sobre el borrador del capítulo fiscal para intentar seducir --en sendas y frenéticas reuniones-- a los apremiados gobernadores y que acompañen todo el paquete de medidas que propone el presidente Javier Milei.
Todos los operadores del Gobierno trabajan en función de los tiempos que trazó Milei: quieren que el Congreso apruebe la Ley Bases y el nuevo capítulo fiscal antes de la fecha del “Pacto de Mayo”, que el Presidente quiere celebrar el 25 del mes próximo en Córdoba con los gobernadores que acompañen sus propuestas y a los que incluso piensa condecorar. Pero las negociaciones se prolongaron y los tiempos se acortaron.
Las fechas tentativas eran llevar el paquete al recinto de la Cámara baja la última semana de abril o la primera de mayo, para que la media sanción pase al Senado con los días contados.
Pero los libertarios mas optimistas no descartan que el plenario de comisiones vuelva a reunirse esta misma semana. La idea es convocar a las comisiones de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales para darle un tratamiento exprés para obtener el dictamen que le permita llevarlo rápidamente al recinto la semana próxima. “La propuesta es ir con el dictamen original modificado”, afirmaron a PáginaI12 fuentes parlamentarias ligadas a La Libertad Avanza.
Aun así para lograr el objetivo, LLA deberá atravesar no pocas dificultades. La primera será poder concretar la convocatoria al plenario en medio de una agenda prevista de antemano para la tardía conformación de 17 comisiones legislativas de la Cámara de Diputados, que va desde hoy hasta el jueves de esta semana.
Otra, mas importante, es llegar al plenario con todos los acuerdos sellados sobre un texto definitivo (que todavía se desconoce) donde los bloques dialoguistas garanticen no solo el dictamen sino los votos en el recinto. Habrá que ver si los diputados aliados querrán avanzar sólo con la Ley Bases --cuyas modificaciones negociaron con el oficialismo-- o con el capítulo fiscal que todavía la Casa Rosada discute con los gobernadores, que se tratará por separado y no está cerrado.
Sobre este punto, hoy martes habrá un nuevo capítulo. El ministro de Interior, Guillermo Francos se reunirá en Santa Fe con el gobernador radical Maximiliano Pullaro y sus pares de Entre Ríos, el macrista Rogelio Frigerio y el de Córdoba, el peronista schiarettista Martín Llaryora. Las señales que den los mandatarios provinciales de la zona centro del país a las propuestas que lleve el Gobierno para compensar los recortes presupuestarios que el Ejecutivo Nacional les impone, será decisiva para que el oficialismo acelere o no sus pasos en la Cámara baja.
Otros de los escollos que deberá resolver el Gobierno es si incluye o no en el texto definitivo la reforma laboral que los diputados de la UCR redactaron en espejo al DNU 70/23 de Milei, que continúa vigente pero cuyo capítulo laboral frenó la Justicia del Trabajo.
No será una definición fácil, aunque Milei se entusiasma con reimplantar por ley lo que no consiguió por decreto. El proyecto del radicalismo genera rechazo en el grupo más rebelde pero minoritario de sus diputados y cosecha críticas en el interbloque de Hacemos Coalición Federal, especialmente en las restricciones que impone a los sindicatos desde lo económico hasta para el ejercicio de la defensa de los derechos de los trabajadores.
La propuesta de la UCR tendría el apoyo de la propia tropa libertaria y de su socio más incondicional: el PRO. Pero ante la resistencia de la primera minoría de la Cámara, Unión por la Patria, del FIT y algunos partidos provinciales, el Gobierno necesitará de un poroteo muy fino y preciso para saber si la reforma laboral será un obstáculo o no para alcanzar sus objetivos centrales que se propone.
La relación entre el oficialismo y la oposición dialoguista también tendrá un capítulo aparte hoy, que seguramente repercutirá en los acuerdos sobre las Bases. La UCR, el PRO, distintos sectores de HCF y partidos provinciales trabajan en la posibilidad de emitir en la comisión de Previsión Social un dictamen de una nueva fórmula de movilidad, para mejorar al menos parte de la pérdida que la fórmula que Milei estableció por decreto. UxP, que no participa de las conversaciones entre los dialoguistas, presentará su propio dictamen.
Aún así, LLA tiene un as en la manga: el freno que José Luis Espert, le impone a la comisión de Presupuesto para evitar ser parte del debate sobre movilidad jubilatoria y sin cuya participación no habrá dictamen que pueda llegar al recinto para su tratamiento.