El ex líder catalán Carles Puigdemont seguirá en Bélgica y evitará así presentarse hoy a declarar en Madrid por diversos delitos vinculados a su plan soberanista, lo que podría provocar su detención y volver a disparar la tensión política y social en España. Así lo adelantó ayer su abogado belga, Paul Bekaert. “Mi representado esperará a ver cómo avanzan los acontecimientos”, explicó el letrado, citado por la televisión holandesa NOS. Bekaert, conocido por haber defendido ya a miembros del grupo armado vasco ETA, intentó que Puigdemont declarase por teleconferencia desde Bruselas, por el momento sin éxito. La estrategia del defensor pasa por argumentar que España no ofrece garantías legales necesarias para un juicio justo, como ya denunció el martes el propio Puigdemont en una rueda de prensa en Bruselas, a donde se trasladó sorpresivamente el domingo. La misma idea presentaría Bekaert para rechazar un posible pedido de extradición por parte de España.

Un comunicado del autodenominado “Gobierno legítimo de Cataluña”, difundido por la televisión autonómica TV3, confirmó que el destituido “president” y parte de sus consejeros imputados se quedarán en Bruselas para denunciar ante la comunidad internacional este juicio político y no acudirán a la citación judicial. Puigdemont y 13 miembros de su ex gobierno están llamados a declarar hoy y mañana en la Audiencia Nacional en Madrid por

presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación vinculados al plan soberanista que motivó el sábado la destitución de todo el Govern por parte del Ejecutivo central de Mariano Rajoy. Sólo la rebelión está castigada con hasta 30 años de cárcel.

Si Puigdemont confirma su anuncio y no acude a declarar, la jueza Carmen Lamela podría pedir una orden de detención europea y las autoridades belgas tendrían que detenerlo, según diversos juristas y políticos citados en la prensa española. El proceso de extradición podría durar hasta 60 días. La jueza puede pedir hoy prisión preventiva (entre otras posibles medidas cautelares) para los otros citados tras escuchar su declaración, como ya hizo el 16 de octubre con Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, líderes de las dos principales entidades civiles independentistas imputados por sedición y aún encarcelados.