El presidente de Kenia, William Ruto, afirmó estar "listo" para desplegar tropas en Haití tras la toma de posesión del Consejo Presidencial de Transición, que tiene el objetivo de cubrir temporalmente el vacío político en un contexto de espiral de violencia criminal que azota el país.

Ruto hizo estas declaraciones horas después de que se constituyera el Consejo Presidencial de Transición de Haití en sustitución del Gobierno del dimitido primer ministro, Ariel Henry. El nuevo órgano tiene el reto de restablecer la seguridad del país, rehén de bandas armadas, y organizar elecciones para elegir a un presidente el 7 de febrero de 2026.

Hoja de ruta

"Al implementar la hoja de ruta contenida en este acuerdo político, Kenia está lista y comprometida, en coordinación con una amplia alianza de naciones de África y (la Comunidad del Caribe) CARICOM a ejecutar rápidamente la infraestructura de apoyo a la seguridad prevista en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU", ha declarado.

El mandatario keniano subrayó que el Consejo de Transición "tiene la singular tarea de actuar rápidamente para restablecer órganos clave del Estado críticos para el restablecimiento de la ley y el orden y necesarios para llevar esperanza a todos los haitianos", según indicó a través de su perfil en la red social X, antes Twitter.

"La juramentación del Consejo Presidencial es un paso crucial en la transición política de Haití. (...) Kenia asegura al Consejo de Transición su pleno apoyo mientras guía al país a través de este complejo interregno", refiriéndose así al espacio de tiempo en que un Estado no tiene soberano.

Retraso

Hace poco más de un mes Nairobi había anunciada el retraso del despliegue hasta el establecimiento de las autoridades de transición. Kenia lidera la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, una fuerza internacional de seguridad al país centroamericano y solicitada por el Gobierno de Henry, que ha dejado ahora el poder, en un intento por frenar la violencia de las bandas criminales.

Henry ascendió en 2021 tras el asesinato del entonces presidente, Jovenel Moise, pero en marzo de este año, y ante una nueva escalada de la violencia que le impidió incluso volver a Haití después de un viaje, aceptó dimitir y ser sustituido por un órgano de siete miembros con derecho a voto y dos observadoras. Michel Patrick Boisvert ejercerá el rol de primer ministro interino hasta la nominación de un nuevo Ejecutivo.

Pedido de Estados Unidos

Estados Unidos pidió este viernes a la comunidad internacional que aumente las donaciones de fondos para desplegar la misión de seguridad en Haití, al asegurar que la crisis del país caribeño es tan importante como las guerras de Gaza, de Ucrania y de Sudán.

"La situación en Haití es tan importante y crítica como cualquiera de las otras crisis que hay hoy en el mundo y la comunidad internacional debe verlo de esta manera", expresó el encargado para Latinoamérica del Departamento de Estado, Brian Nichols, en un encuentro con medios internacionales.

Según Nichols, Estados Unidos aprecia los esfuerzos que muchos gobiernos están llevando a cabo para lidiar con la situación en Gaza, Ucrania y Sudán, pero insistió en que la situación de Haití es también crítica.

La Administración de Joe Biden ha comprometido 300 millones de dólares para el futuro despliegue de la misión multinacional de seguridad aprobada por la ONU y liderada por Kenia para ayudar a la Policía de Haití a combatir la crisis de inseguridad. Pero Estados Unidos calcula que dicha misión tendrá un costo anual de entre 500 y 600 millones de dólares y presiona para que sus aliados hagan más aportaciones.

"Los países de todo el mundo deben hacer contribuciones sólidas a ese esfuerzo y continuamos involucrando a nuestros socios para que sean generosos a la hora de abordar este desafío", dijo el funcionario.

Grandes desafíos


El Consejo Presidencial de Transición de Haití afrontará grandes desafíos ante la coyuntura que atraviesa el país,  marcado por el fracaso del gobierno del recién dimitido Henry, que en 30 meses en el poder no logró encauzar la grave crisis haitiana.

El órgano es consciente de los retos y el "sombrío panorama" que tiene por delante, reconoció el primer ministro interino Boisvert, durante la ceremonia de investidura celebrada este jueves en dos actos, uno en el Palacio Nacional de Puerto Príncipe y otro en el despacho del primer ministro, conocido como la Primature.

"La vida huye de nuestro país porque la situación es muy grave (...) La situación interpela a todos los ciudadanos de Haití, estén donde estén. La situación nos llama a elevarnos por encima de nosotros mismos y a cambiar de paradigma", subrayó Boisvert.

Las estructuras institucionales del Estado haitiano, "debilitadas por décadas de inestabilidad política, han sufrido un colapso espectacular. No sólo la calidad, sino la existencia misma de los servicios públicos ofrecidos a nuestra población se ha visto comprometida", añadió Régine Abraham, integrante del Consejo.

El órgano transitorio abordará cinco grandes proyectos, consistentes en restablecer la seguridad pública, organizar una conferencia nacional y reforma constitucional, celebrar elecciones generales democráticas, creíbles y participativas; restablecer la justicia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales de los ciudadanos, y lograr la recuperación institucional y económica.

Restablecimiento de la seguridad

La situación de seguridad del país se empezó a deteriorar en el 2018, con un aumento de los secuestros, ataques armados, violaciones y robos a civiles perpetrados por grupos armados que han cometido al menos 20 masacres desde entonces. La situación se agravó aún más con el asesinato de Moise en julio de 2021.

Las bandas han ido ganado poder, han adquirido más armas y municiones, y el pasado febrero se unieron para formar la coalición criminal "Vivre Ensemble» (Vivir Juntos), dirigida por el expolicía Jimmy Cherizier, alias Barbecue, que comandó la "revolución" que obligó a Henry a abandonar el poder.

Desde febrero, su violencia se intensificó, destruyendo cárceles, hospitales, comisarías, farmacias y viviendas, saqueando instituciones privadas y públicas, acciones que han afectado a todos los ámbitos de la sociedad.

Muertos y desplazados

En los tres primeros meses del año, al menos 2.505 personas murieron o resultaron heridas, según cifras de la ONU, y más de 90.200 personas han sido desplazadas y viven en condiciones inhumanas en 85 emplazamientos del área metropolitana de Puerto Príncipe, controlada al menos en un 80 % por bandas armadas.

Restablecer la seguridad es una condición sine qua non para la consecución de todos los demás objetivos y eso supone erradicar a las bandas armadas, entre 200 y 300, que operan en el país, impidiendo, entre otras cosas, la libre circulación de personas y mercancías.

La recuperación económica es imposible sin la estabilidad y el restablecimiento de la seguridad, algo que pasa, necesariamente, por reforzar la Policía Nacional Haitiana.