"Oda al capitalismo". Así tituló Milei uno de los pasajes de discurso en el Foro del Instituto Milken y lo que intentó repetir en toda su alocución frente a empresarios, lobbistas y hasta algún exjugador de fútbol que andaba rondando por ahí en Los Ángeles (hola, Guillermo Barros Schelotto). Es que el presidente intentó usar las luces tenues para criticar a las ideas "colectivistas",  ponderó la "superioridad" del capitalismo, reivindicó la figura del empresario "como benefactor social" y hasta destacó su plan económico. Lo hizo con el menú de siempre: datos sin contexto -la famosa inflación plantada del quince mil por ciento salió a escena-, la "clase magistral" de liberalismo para otros presidentes y hasta el detalle de pelearse con un tal Karl Marx. 

Al comienzo de su exposición, Milei repitió que Occidente "está en peligro porque sus líderes se alejaron de las ideas de la libertad". "Ideas que hicieron de Occidente la hazaña civilizatoria más importante de la historia de la humanidad"; agregó. Y continuó: "En vez de defender las ideas que generaron la prosperidad de la que todos aquí gozan, escuchan cantos de sirenas que conducen inexorablemente al socialismo y en consecuencia a la pobreza".

"Lo sé a ciencia cierta porque vengo de Argentina, donde todo esto tristemente ya ocurrió a lo largo de los últimos 100 años. En algún sentido, los argentinos somos profetas de un futuro apolíptico que ya hemos vivido", expuso el Presidente, con el mantra de destacar una sociedad que, por ejemplo, se habilitaba el fraude electoral y las mujeres no tenían ningún derecho.

En ese sentido sacó a relucir una de sus figuritas repetidas: considerar a la justicia social como una aberración. "bajo la premisa bienpensante de querer distribuir entre todos la riqueza producida, la dirigencia argentina comenzó a aplicar la mal llamada doctrina de la “justicia social”, que concibe que el estado tiene que hacerse cargo de las infinitas necesidades de la gente. Una teoría que se pelea con la realidad porque, nos guste o no, las demandas son infinitas pero los recursos siempre son finitos".

"Chamanismo económico"

Milei usó la plataforma que le cedió el instituto del banquero estadounidense condenado por haber inventado los bonos basura para intentar darle una "lección" al resto de los mandatarios. "Mientras Occidente gira hacia el chamanismo económico, y hacia formatos insostenibles de heterodoxia que ponen en peligro el futuro de todos, la Argentina vuelve al sendero de la razón", expresó Milei. Y ponderó que está impulsando el ajuste "más rápido y más grande de la historia de la humanidad". Una cifra sin demasiado sustento, seguida a una aún más extraña: dijo que el combo de licuadora y motosierra no hizo perder "ni un solo apoyo en el camino". Los paros de trabajadores y la masiva marcha por la universidad pública son, apenas, una muestra que contrasta su discurso. 

También apuntó contra el periodismo, al considerar que están contra él por el recorte de la pauta". "La sociedad argentina exige un cambio de rumbo profundo y urgente para volver a abrazar las ideas de la libertad", completó. 

Críticas a los jóvenes estudiantes y hasta un cruce con Marx

Luego de criticar a los jóvenes universitarios de Estados Unidos, quienes tomaron facultades en protesta por el ataque de Israel en la Franja de Gaza (el mandatario argentino los acusó de reivindicar el terrorismo) Milei usó su discurso para criticar los escritos...¡de Karl Marx!

"Marx decía, en ese panfleto detestable que escribió con Engels, que el capitalismo llevaba en sí el germen de su propia destrucción. Esperemos que, como con el resto de las cosas que escribió, haya estado equivocado". 

Y para rematar, consideró que la responsabilidad social de los empresarios es "ganar más plata".

"Héroes de la historia"

Para cerrar, invitó a los presentes en el Foro, a quienes consideró "héroes de la historia del progreso de la humanidad", a trabajar juntos para hacer de Argentina la nueva Roma del siglo XXI. "Quiero finalizar invitando a todos los aquí presentes, que son los héroes de la historia del progreso de la humanidad, a que si creen como yo, en la superioridad del capitalismo de libre empresa; que si creen como yo, que occidente se encamina a un lento pero seguro retroceso; que si creen como yo, que el merito, la ambición, la libertad, la innovación y el optimismo son valores esenciales de la especie humana que deben ser premiados; quiero invitarlos a que apuesten por Argentina".

"Ayudenme, ustedes, que son el progreso humano encarnado, a hacer de la Argentina la nueva Roma del siglo XXI. A hacer de la Argentina una tierra de oportunidades para todos aquellos que estén dispuestos a habitar nuestro suelo. Son ustedes lo que pueden demostrarle a los burócratas del mundo que están destruyendo occidente, que las ideas de la libertad son la única forma de alcanzar la prosperidad", concluyó.