El mercado dio otra muestra de la velocidad con la que pierde el optimismo. El dólar blue saltó este miércoles 45 pesos y cerró en 1275 pesos. El mep acompañó con un aumento de 5 por ciento hasta los 1230 pesos y el contado con liquidación ascendió otro 5 por ciento hasta 1256 pesos. El riesgo país cerró al filo de los 1400 puntos por una fuerte caída de los títulos en moneda extranjera que perdieron hasta más del 6 por ciento.

La apreciación de los dólares financieros, la recuperación de los precios de los títulos públicos y la performance de las acciones quedaron en la cuerda floja en menos de una semana. Desde el lunes empezaron a subir fuerte las cotizaciones de los dólares operados en la bolsa y del dólar blue. A esto se sumó en la última jornada el desplome de las empresas argentinas que cotizan en Nueva York y de los bonos soberanos en moneda extranjera.

Se trata de una especie de inicio de corrida contra los activos argentinos, que hasta el momento no puede decirse que sea caótica (debido a la fuerte suba de acciones y bonos de los últimos meses). Sin embargo, muestra la fragilidad financiera del país. La lógica del Gobierno sobre que el ajuste fiscal, el recorte de la emisión monetaria y la puesta en marcha de políticas liberales devolvieron la esperanza los inversores empieza a quedar en ridículo.

El estofado financiero de estos últimos días muestra la capacidad del mercado de marcarle la cancha al equipo económico. Puntualmente el complejo agropecuario busca marcar que la apreciación del tipo de cambio oficial no puede ser permanente, mientras los inversores que hicieron carry trade durante los últimos meses reafirman que son jugadores de corto plazo. Las apuestas por la producción y la economía real brillan por ausencia.

Entre los factores que permiten explicar el regreso de las presiones cambiarias a la city porteña pueden encontrarse elementos económicos pero también políticos. El gobierno de Milei había llamado para el 25 de mayo a un pacto con los gobernadores y a días de concretarse el encuentro no consiguió el apoyo de las provincias para mostrar gobernabilidad. Al mismo tiempo el Gobierno suma enemigos locales e internacionales, donde se destaca el episodio inentendible de pelea con la primera plana del poder ejecutivo de España.

A esta situación política se suman por supuesto elementos puramente macroeconómicos, los cuales empiezan a generar incertidumbre, alientan decisiones de cobertura, búsqueda de refugio y dolarización. Se pueden detallar al menos 6 de estos factores económicos:

Tasa de interés

1. Tasa de interés: la reciente reducción de la tasa de interés de referencia del Banco Central al 40 por ciento nominal anual impulsó la dolarización. Esta tasa mensual, que es inferior al 3 por ciento, resulta insuficiente frente a una inflación que en abril alcanzó casi el 9 por ciento y que es poco probable que baje del 6 en los próximos meses.

Reservas del Banco Central

2. Reservas internacionales: Las reservas del Banco Central presentan señales preocupantes. Muchos de los dólares adquiridos recientemente han aumentado la deuda externa con importadores, una maniobra que parece inflar artificialmente las reservas netas mediante el incremento de la deuda.

Superávit fiscal

3. Superávit fiscal: Aunque el gobierno celebró un superávit fiscal en el primer cuatrimestre del año, este se logró a través de recortes en jubilaciones, obras públicas y otros rubros, medidas que muchos analistas consideran insostenibles a largo plazo.

Actividad económica y recaudación tributaria

4. Actividad económica y recaudación tributaria: La caída en la actividad económica y la disminución de la recaudación tributaria hacen cada vez más difícil mantener un superávit primario.

Tipo de cambio y liquidación de cosechas

5. Tipo de Cambio y liquidación de cosechas: El sector agropecuario considera que el tipo de cambio oficial está sobrevaluado y ha retrasado la liquidación de cosechas. Esto ha reducido la oferta de dólares en el mercado cambiario, evidenciando una apuesta del sector por una devaluación.

Stock de pesos

6. Stock de pesos: Aunque el gobierno ha logrado reducir la cantidad de pesos en circulación, los agregados monetarios en términos de dólares se han duplicado. Esto sugiere que una relajación de los controles cambiarios podría desencadenar una corrida cambiaria, y nadie quiere ser el último en adquirir divisas.

Estos elementos parecen ampliar la incertidumbre en el plano financiero. Lo que comenzó con la suba de los dólares continuó este miércoles con un desplome de acciones argentinas en Nueva York y una fuerte caída de los bonos soberanos. Hubo empresas de energía y bancos que perdieron casi 7 por ciento en dólares durante la jornada y algunos títulos bajaron más del 6 por ciento. El riesgo país que hace semanas coqueteaba con acercarse a los 1000 puntos ahora se ubicó a pocos puntos de superar las 1400 unidades. 

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