Por orden de Mauricio Macri, se vació la conducción del PRO bonaerense para forzar elecciones internas. Renunciaron 24 de los 33 miembros de la conducción, para obligar a la actual presidenta, Daniela Reich, a dar un paso al costado y que pueda asumir una nueva dirigencia, encabezada por Cristian Ritondo. La estrategia se gestó en un encuentro del ex presidente con gobernadores e intendentes del que fueron excluidos los bullrichistas. Reaccionaron así a un encuentro que propició Patricia Bullrich de la conducción del PRO bonaerense con el armador de Karina Milei en territorio bonaerense, Sebastián Pareja, que hasta incluyó foto. Macri está decidido a frenar la estrategia de fusión de los espacios de la ministra de Seguridad y limitar al máximo su influencia en el partido. “Hoy El PRO debe interpretar los cambios en la provincia, las realidades territoriales”, remarcó Ritondo. En tanto, Reich se resiste a llamar a elecciones, por el momento.

Como informó este diario, Macri comenzó a moverse apenas asumió como presidente del PRO para limitar en todos los niveles la influencia de Bullrich en el partido y dar por tierra con su plan de una fusión del PRO con La Libertad Avanza. Otra cuestión será si, más adelante, el año próximo, se discute una alianza electoral, pero el expresidente quiere que sea en sus términos. De esto habló en un encuentro que tuvo con los gobernadores PRO y algunos intendentes, entre ellos, la de Vicente López, Soledad Martínez, y el de Mar del Plata, Guillermo Montenegro. Al cónclave no fue invitado Damián Arabia, lugarteniente de Bullrich, pese a que forma parte de la conducción del PRO nacional. El objetivo era no adelantarle la jugada al bullrichismo, ni a Karina Milei.

En ese encuentro, en el que todos coincidieron en rechazar la fusión que propone Bullrich (algunos, como el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, luego lo hicieron ante las cámaras), se comentó una movida que había concretado la ministra de Seguridad: se trató de un encuentro del que participaron el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela -que está casado con la actual presidenta del PRO bonaerense, la propia Bullrich y del otro lado Sebastián Pareja, que es el armador de Karina Milei en la provincia de Buenos Aires. Todos lo reunidos con Macri lo vieron como el primer avance para intentar fusionar los espacios

A partir de allí, vino el contraataque de Macri, que --aseguran en el PRO-- fue orquestado también con los dirigentes que responden a Horacio Rodríguez Larreta, como Silvia Lospennato. En un solo movimiento, renunciaron a la conducción 24 de sus 33 miembros, con lo que la dejaron virtualmente acéfala (quedó con menos de un tercio de los representantes) en busca de que se convoquen elecciones internas.

Las renuncias incluyeron a la intendenta de Vicente López y al de Mar del Plata, presentes en la reunión con Macri, pero también a Cristian Ritondo, Diego Santilli, y el exintendente Martín Yeza.  En el texto que presentaron, plantearon: "Los abajo firmantes, miembros del Consejo Directivo Provincial, venimos por la presente a comunicar que hemos presentado la renuncia a nuestros respectivos cargos partidarios por motivos personales y políticos que nos impiden continuar con el compromiso originalmente asumido". Y sigue: "Entendemos que existe un nuevo escenario político y social en nuestro país con impacto directo en nuestra Provincia que nos obliga, como dirigentes, a comprometernos a reformular nuestras acciones y dar una respuesta acorde con lo que nuestro pueblo pide y espera". Es una forma sutil --o no tanto-- de pedirle a Reich que de un paso al costado.

En el macrismo, consideraban que ese es el siguiente paso lógico luego de la salida de un grupo tan grande de dirigentes que le retiró la confianza y que se amplió el viernes: Ritondo negoció con Javier Iguacel --ex aliado de Bullrich-- para que se sume al equipo ganador. "Están todos alineados detrás de Macri. No les va a quedar otra que convocar a elecciones internas. Y van a ser igual que las nacionales: habrá lista única encabezada por Ritondo", decían los macristas. En tanto, desde la conducción provincial, que responde a Bullrich, se negaban por el momento a hacer la convocatoria.

En tanto, Ritondo salió a hablar sobre su posible asunción como titular del PRO bonaerense y detalló que la renuncia masiva buscó dejar en claro que “este cambio no solo busca recuperar la identidad del espacio, sino también reflejar mejor los resultados de las últimas elecciones para que ningún sector quede subrepresentado”. Y destacó que, entre quienes impulsan una renovación de la conducción del PRO bonarense, están 12 de los 14 intendentes del PRO, además de concejales, legisladores provinciales y diputados nacionales. Fue una forma de dejarle en claro, por si quedaban dudas, de que ya tienen a todos alineados de su parte.

“Estamos en una nueva etapa dentro del PRO y soy de los que piensa que la provincia de Buenos Aires debe tener un rol protagónico en este proceso de fortalecimiento del partido”, remarcó Ritondo en línea con lo que plantea Macri: que primero hay que fortalecer el PRO para, en todo caso, después negociar algún tipo de acuerdo electoral con Milei en 2025.  “Estamos trabajando con el liderazgo de Mauricio al frente del partido, para recuperar nuestra identidad, fortalecer el espacio; Mauricio Macri fue el único que hace 20 años planteó un modelo distinto de país, moderno, distinto al kirchnerismo”, remarcó Ritondo.