El Ministerio de Finanzas de China anunció este viernes medidas que prácticamente abrirán del todo su sector financiero a la inversión extranjera, y que permitirán a las compañías de otros países ser accionistas mayoritarias de bancos, aseguradoras o firmas de gestión. El régimen comunista abolirá el actual límite máximo del 20 por ciento en la compra de acciones de bancos o gestoras de fondos de este país para accionistas individuales de otros países (y también el cupo máximo del 25 por ciento para el conjunto de accionistas extranjeros en una de esas entidades financieras). En la actualidad el 1,26 por ciento de la banca china está en manos de inversores extranjeros, totalizando unos 374.500 millones de euros. En cualquier caso, es su menor nivel desde 2003, según datos del regulador bancario citados por Bloomberg. Muchas entidades extranjeras han perdido en los últimos años el interés por China por las limitaciones.