Que una tarjeta de presentación diga “responsable de prácticas de inclusión” parece ser algo de otro planeta, pero debido a los problemas que enfrentan las empresas de tecnología (aunque deberíamos decir “empresas” en general) con el machismo y sus prácticas donde las mujeres no tienen lugar, es un hecho. Al menos en Estados Unidos, de donde es Lauren Jackman, líder de las Prácticas de Inclusión en las oficinas de Medallia California, una empresa que se dedica a análisis y desarrollo de experiencia de cliente y que ya cuenta con más de mil empleados en todo el mundo. En su visita a la Argentina, la ejecutiva participó de diferentes reuniones con las comunidades que trabajan con mujeres y tecnología y dialogó acerca de los aspectos que tiene su trabajo, un cargo creado a pedido de lxs empleadxs.

Su tarea es generar conciencia y representación de género creando condiciones de equidad: “Nos enfocamos en la gente para saber cómo son las experiencias que están teniendo, no sólo mujeres, sino empleados pertenecientes a otros países y razas. Hay una subrepresentación y definitivamente queremos ser tener un entorno más inclusivo”, explicó Jackman, cuya profesión es la de psicóloga social y desde 2015 trabaja en la sede de Silicon Valley de la empresa: “Escuchamos a todas las voces para poder integrar a las distintas minorías que puedan tener más problemas a la hora de insertarse en el mundo laboral, tales como la comunidad LGBT, la comunidad hispana o de color, los veteranos de guerra y las personas con discapacidades”.

Una de las actividades más concretas para trabajar con la inclusión es el programa de talleres sobre sesgo inconsciente para visibilizar los prejuicios que lxs empleadxs tienen incorporados ya que, según afirma, hay un desconocimiento general sobre lo que es un ambiente inclusivo. Con respecto a esto, también empezaron a trabajar para reinsertar en el mercado a empleadas que se habían ausentado del mercado laboral para dedicarse a la crianza de un hijo o hija o algún otro problema familiar.

¿Cuándo empieza este colador que deja a las mujeres fuera del mercado informático? Jackman afirma que es una industria donde los estereotipos de los líderes de la tecnología son hombres, pero que las trabas que sufren las mujeres vienen desde la infancia, incluida la educación familiar y escolar, teniendo en cuenta los consumos culturales de los niños y la crianza heteronormativa.

Medallia, a pesar de tener un cargo específicamente destinado a trabajar la inclusión, tiene un cupo de 70 por ciento de varones y 30 por ciento de mujeres, y aunque es desparejo, es mejor que el de muchas empresas multinacionales.

En cuanto a nuestro país, dado que desde 2015 no se releva cuál es la participación de las mujeres en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) ni su participación en el sector, la Medallia inició como sponsor una investigación junto a Chicas en Tecnología para saber cuántas mujeres están estudiando carreras relacionadas con esta área y cuántas hay trabajando hoy en el sector, pero también para analizar las dificultades que se presentan a la hora de perseguir este tipo de carreras en el país.

Un estudio realizado por Meta 4 indica que la Argentina registra el índice más bajo de mujeres en puestos gerenciales: sólo un 20 por ciento. La Organización Mundial del Trabajo reveló el año pasado que en el período 1985-2015 la brecha laboral entre hombres y mujeres apenas se redujo en un 0,6 por ciento. No hay que ir muy lejos para ver un cambio. Uruguay lidera el ranking en inclusión social de las Américas por delante de Chile y Estados Unidos, por tercer año consecutivo. Se valora la proporción del producto interior bruto (PIB) invertido en programas sociales, la tasa de inscripción en la escuela secundaria y los derechos civiles y políticos y la inclusión de las etnias, razas, la tolerancia con la comunidad LGBT, la tasa de alfabetismo y el grado de participación ciudadana por raza y género, entre otros factores. Argentina está en el puesto número seis.