La aparición de numerosos peces muertos en el río Carcarañá motivó averiguaciones en las autoridades de Medio Ambiente de la provincia, que a priori derivaron en señalar la combinación del calor del fin de semana y el escaso caudal de agua como un factor fatídico para la fauna ictícola. En tanto, el mismo ministerio lanzó un comunicado con el que recomienda a la población no consumir pescados de ese río. "Las causas fueron las altas temperaturas y el bajo caudal del curso de agua, pero se realizan estudios para descartar un proceso de contaminación", indicó el subsecretario de Recursos Naturales, Alejandro Larriera.  El funcionario señaló que la mortandad "se debe a la falta de oxígeno, producida por el bajo caudal y las altas temperaturas de estos días, que aceleran la descomposición de la materia orgánica naturalmente presente en el curso de agua". Según el funcionario de la cartera de recursos naturales provincial "es una situación normal, que ocurre todos los años". Pero insistió: "Queremos llevar tranquilidad a los ciudadanos, mientras esperamos los resultados de las muestras de agua tomadas de manera preventiva, al tiempo que recomendamos no consumir estos peces bajo ningún concepto".