No te equivoques, no soy un caso aislado,

no es exageración, ni una mentira lo que te hablo.

Solo te cuento las verdades incómodas,

de una sociedad, que con nosotras, es hipócrita.

Incómoda (Manifiesto feminista)

Mare Advertencia Lírika se define rapera, zapoteca, feminista, cantante y mujer nacida en Oaxaca. Con esas palabras construye su identidad, su conciencia, su búsqueda y su libertad. Creció en la periferia de la ciudad, una zona fronteriza con lo rural, con una hermana y un hermano, un padre que sembraba maíz y una madre que recitaba poesía. Detrás de la casa había patos y gallinas. También pasaba un río donde lavaban la ropa y donde se fortalecieron los lazos de la comunidad para tener electricidad, pavimentación y drenaje. “Un territorio pequeño dentro de un gran territorio”, dice Mare mientras mira con sus ojos profundos y rasgados.

Mare se pregunta: “¿Por quiénes hablo? ¿Qué es lo que me toca decir?” Y subraya que esos interrogantes determinan lo que cada una es. Así, lleva la reflexión de una canción a otra. Tiene tres discos editados: ¡Qué Mujer!, del 2010, Experimental Prole, del 2013, y su último trabajo, SiempreViva que la trae por primera vez a la Argentina. Mare también se dedica a dar talleres y charlas a jóvenes y mujeres, y a gestionar proyectos de educación popular, como la “Escuela para la Libertad de las Mujeres”, en su ciudad natal. Puede que cambie el escenario pero su voz, su discurso y su arte siempre van a ayudar a pensar otras realidades. “Para mí el arte y la educación popular pueden generar otros imaginarios”, sintetiza. Junto a Karen Pastrana, rapera como ella, dieron un taller de escritura de rap en la Villa 31. “Las compañeras tenían interés en contar su historia, en recuperar su voz, en contar cosas que les sucedieron. Varias hablaron de defender la cancha, que es el territorio. Esa es la herramienta que quiero darles. Para mí el rap fue una herramienta para poder conectarme con mi raíz, para poder cuestionarme mi presencia en esta sociedad y así puede funcionar para otras personas. Solo el hecho de atreverte a hacer algo que no pensabas hacer es ya un enorme logro”. 

Mare pudo resignificar su camino. Pasó por la rabia y la catarsis hasta abordar otras motivaciones y seguir adelante, “porque la sociedad está en decadencia”-apunta-, “por eso tenemos que cuidarnos y abrazarnos. Reconocernos como parte de una comunidad nos hace resistir, y eso no nos lo pueden quitar, a menos que lo permitamos. La felicidad la elegimos y la lucha de las comunidades siempre se ha dado desde la fiesta, desde reconocer los dolores también, claro, pero desde saber qué cosas nos llenan y qué queremos conservar. La felicidad es una herramienta para seguir resistiendo”.

¿Cómo apareció la posibilidad de que te dedicaras a la música?

-Oaxaca tiene una tradición de gráfica muy importante y el grafiti se arraigó en la comunidad oaxaqueña. En mi barrio había muchos amigos y amigas que se dedicaban a eso. Yo crecí con la efervescencia del ska y los discursos militantes críticos. A mi mamá le gustaba mucho la poesía y nos impulsó a mi hermana y a mí a hacerlo. En México hay una poesía muy emblemática que se llama “México creo en ti”. Cuando yo tenía diez u once años, me topé con una adaptación de esa poesía, en tono de protesta, que se llama “México cómo creer en ti”. Cuando la escuché me sentí identificada porque hablaba del incremento de los precios en la canasta básica, la criminalización en los barrios, y yo veía lo difícil que era todo para mi mamá. Para ese momento, a mi papá lo habían asesinado a raíz de un conflicto agrario. A partir de eso, mi mamá tuvo que tomar las riendas de la familia y salir a trabajar. A mí tocó ver lo difícil que era hacer rendir el dinero y la estigmatización de una jefa de familia. Me preguntaba: ¿Por qué esa poesía habla de mí si yo no conté mi historia? Al escuchar esa poesía dije: ¡Claro! Algo está mal, no es mi familia, no soy yo. Algo no está funcionando aquí. Así empecé a encaminarme en la poesía pero agarrando la onda de la protesta.  

Poco después llegó el rap. Fue cuando Mare escuchó a los grupos que hacían rap en México. Y lo sintió propio. “En 2003, un amigo me llevó a ver a un DJ y cuando llegué me pidió que rapeara. Y me puse a rapear algunas cosas que tenía escritas. Enseguida me dijo si quería ser parte del crew. Así empezó todo” cuenta. Su acercamiento al feminismo vino a través de la práctica del rap. Dice que la ayudó a colocarse en una posición donde como mujer era visible, pero donde además “ganábamos menos porque éramos mujeres y sufríamos situaciones de acoso”. También, la violencia machista y las políticas pro-vida impulsadas por el PAN (Partido de Acción Nacional) en quince estados de México que criminalizaban los cuerpos de las mujeres. “Sea cual sea la situación por la que podías tener un aborto, ibas a la cárcel. Ahí empecé a cuestionarme. Yo, que tengo educación, información, desarrollo cultural, que puedo elegir sobre mi vida en muchos sentidos, no puedo decidir sobre mi propio cuerpo. Esa ley existe porque alguien que no puede hacerlo, eligió por mí. ¿Cómo es posible que en algo tan básico no podamos decidir? Que yo tenga un cuerpo femenino sí implica una posición y sí me coloca frente a la ley de una manera. Entonces fue sumar esa lucha a mis luchas personales, porque no se trata solo de mí sino que me toca posicionarme para pelear por otras”.

INCÓMODA

“Cuando me declaré feminista la gente a la que antes le gustaba mi discurso empezó a cuestionarlo. Hay un estigma social con el feminismo, como si fuera una marca o una mancha. Y es por ignorancia. Me decían que como era feminista no estaba siendo objetiva. Históricamente las mujeres que defienden sus derechos hemos sido vistas como las malas. No por nada en otro momento nos decían brujas. Hay un reconocimiento de nuestro propio poder que al sistema le da miedo. Hay muchas cosas de por medio en juego. Si nosotras reclamamos nuestros derechos hay alguien que va a tener que ceder, y obviamente el Estado, el patriarcado, las instituciones o como queramos nombrarlo no van a querer”. 

Para Mare el tema es básico: “la lucha feminista tiene que ver con la vida, el derecho a la vida y a una vida digna. Tengo derecho a verme estéticamente como yo quiera, tengo derecho a no ser violada en la calle. Yo no tendría por qué explicarte a ti por qué quiero vivir de esta manera, pero todo el tiempo hay ofuscaciones sobre las decisiones que tomamos: que si se pinta el pelo, que si se maquilla, que si trabaja de tal cosa, que si tiene novio, que si no tiene, que sí tiene hijos, que si no”.

¿Qué pasó después de que te declararas feminista?

–Con ese señalamiento cambió la perspectiva de mi persona y de mi arte simplemente por tener el adherido ‘feminista’. Y empezaron una serie de críticas hacia mí de gente que antes aplaudía lo que hacía. Entonces dije ok: el tema no es el feminismo, el tema es la construcción patriarcal que tiene esta persona que le hace tanto ruido esta palabra. 

¿Incómoda es la canción que habla de ese momento?

–Sí, es mi manifiesto feminista. Porque además el problema no soy yo. Si yo quisiera alinearme con lo que me piden siempre voy a estar atrás, siempre habrá otra exigencia, siempre habrá que cumplir para otra persona. Y ya no estoy dispuesta a ponerlo en negociación. Esto es lo que soy, lo que somos, porque muchas mujeres se identificaron con eso y yo me identifiqué con otras. En esa situación yo digo: “Porque cuando todo el mundo espera que calles se quejarán de tu voz no importa que tan bajo hables”. Lo que nosotras tengamos que pelear siempre va a incomodar. Por mínimo que sea va a hacer ruido. Si ya incomodé ahora grito más fuerte y que de verdad incomode. Las cosas como están no están bien y se tienen que romper de una o de otra manera. Hacia allá va mi reflexión de esa canción.

HERIDAS ABIERTAS

SiempreViva es su último trabajo y es también el nombre de la flor que Mare lleva a tumba de su padre. Hace unos años su hermano menor murió ahogado en el río. Mare revivió duelos y empezó a cuestionarse sobre la vida y la muerte. “Con el duelo de mi hermano me di cuenta de que a mi alrededor había muchos duelos librándose. Ayotzinapa y las desapariciones forzadas que se dan en los territorios, que al final son heridas que tenemos abiertas como sociedad y pocas veces nos volteamos a ver cómo están. ¿Qué pasa con esas ausencias, con esas violencias, con estos ciclos que nos rompen y nos vuelven romper? Empecé a pensar en esa flor como la dualidad entre la vida y la muerte. Una flor que aún muerta no pierde su color ni su vivacidad. Al final de cuentas esa es nuestra existencia: vida y muerte. Hay algo del desprendimiento que creo que viene de una construcción capitalista de la pertenencia y que hace que nos cueste mucho trabajo lidiar con la muerte. Y nos golpea de esa manera porque no sabemos tener una relación con ella. A mí me vino esta reflexión de cómo esta flor está muerta pero está viva. Fue un simbolismo en este proceso personal –SiempreViva es el disco más personal que hice– pero que también veía en lo social. Seguir viva a pesar de la muerte, a pesar de los dolores, a pesar de las ausencias y a pesar de las violencias”.

Hoy 23.30 Mare y un especial de Hip Hop de mujeres. Karen Pastrana, Nina Una, Superpoderosas Crew, La Yan, Chicha & Choa, DJ Sista V, Freestyling Trenceria y Tango Rante. Niceto Lado B, Niceto Vega 5510 (CABA)