Los reyes de España visitaron este domingo la localidad de Paiporta, epicentro del temporal que azotó el pasado martes a la región de la costa mediterránea, pero tuvieron que retirarse antes de tiempo por los gritos de los vecinos, que les arrojaron barro en la cara mientras los acusaban de "asesinos".
"¡Que os vayáis", "llevamos seis días sin dormir", gritaba una mujer a poca distancia de la cara de la reina Letizia, mientras la multitud coreaba "asesinos" y llamaba "hijos de p..." a las autoridades, arrojando barro y piedras.
También participaron de la visita el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón. En medio de los insultos, Sanchez y Mazón fueron evacuados por sus equipos de seguridad, mientras que Felipe VI y Letizia, alcanzados por el barro, insistieron durante un largo rato en dialogar con la gente, aunque finalmente terminaron abandonando el lugar.
Mientras los encargados de la seguridad intentaban establecer un cordón en torno al rey, una unidad de caballería del dispositivo policial intervino para alejar a los vecinos más exaltados. Según informaron medios locales, al menos un escolta de la reina sufrió una herida en la frente.
"Entiendo la indignación social y por supuesto me quedo a recibirla. Es mi obligación política y moral", publicó en la red social X el presidente regional de Valencia, quien destacó "la actitud del Rey" de hablar con los vecinos, que según Mazón "ha sido ejemplar".
Tras las protestas, se ignora si los reyes recorrerán el segundo municipio que tenían previsto visitar, Chiva.
Entre tanto, el balance de víctimas en España se elevó de 213 a 217 con el anuncio del hallazgo de tres muertos más en Pedralba, Valencia, y de una mujer de 70 años en Letur, en la vecina región de Castilla-La Mancha, cuyo cadáver fue arrastrado 12 kilómetros por el agua.
Pronóstico de lluvias
Valencia es la región de España más castigada por los efectos del temporal y continúa volcada en las labores de limpieza de calles, viviendas, comercios y garajes, con más maquinaria, efectivos del Ejército y ayuda de otras comunidades, pero otra vez bajo la amenaza de más lluvias.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene alerta naranja y amarilla en diversos puntos de la región, donde se podrían recoger hasta 100 litros por metro cuadrado en doce horas.
Aún así, miles de efectivos profesionales y de voluntarios -hoy con restricciones- volvieron a ser protagonistas de la ola de solidaridad, centrando los esfuerzos en la retirada de barro, en la entrega de alimentos y de artículos de primera necesidad, y en la búsqueda de los desaparecidos.
Otro de los focos de la jornada está puesto en un centro comercial en las inmediaciones del pueblo de Aldaia, golpeado fuertemente por la tragedia. En su estacionamiento subterráneo, la Unidad Militar de Emergencia (UME) sigue extrayendo agua, porque allí podría haber más fallecidos. Esta noche esperan poder entrar a reconocer el lugar.
Según explicó un portavoz de la UME, desde el miércoles hay equipos extrayendo agua y barro de este centro comercial, pero aún hay un metro y medio de agua en el estacionamiento y se desconoce cuántos autos y personas pueden encontrarse.
El otro foco de este domingo está en los voluntarios. Miles de personas, tal y como sucedió los días anteriores, se dirigieron a los municipios cercanos a Valencia afectados por las inundaciones para continuar con las labores de limpieza, pese a la prohibición decretada por el Gobierno regional para garantizar la movilidad de todos los servicios esenciales.