@humoristarudy

Hola lector, ¿Cómo le va?  ¿Qué cuenta, qué piensa, qué dice? Y lo que dice, ¿es lo que piensa? Y lo que dice, ¿dónde lo dice? O yendo un poco más lejos aún, ¿puede decirlo?  

¿O  cada vez que usted quiere decir algo, se parece su cuñado? Sí, ese que se cree neoliberal pero es conservador, ese que no compraría jamás este diario, pero lo lee por detrás de su hombro, para criticarlo, al diario y a usted mismo, aparece de pronto, y antes de que usted pueda decir “la luz se sinceró demasiado” le lanza un “Serrobarontodolopezbaezlayeguaydevidobudúpreso” ¿Qué? ¿No se entiende? No, no se entiende, pero se repite.

Y escuchamos por ahí, que hay gente, esa gente que la vice no llamaría  “normal”, pero lo es, que no dice lo que piensa porque le da miedo de la andanada “serrobarontodoetc…”, o de un garrotazo cada vez menos verbal y más, digamos, presencial.

Y otros, quizás más temerarios. sí dicen lo que creen. Pero solamente en la intimidad, casi a escondidas como si fuera un acto clandestino, casi prohibido. Comparten sus ideas con otros/as con los/las que sabe que puede hacerlo, que no le van a tirar esa andanada de trolladas sin sentido creyendo que esa manera debaten, polemizan, discuten en democracia .

Como si la democracia fuera un disco rayado.

La expresión: “ahora se debate”, tiene buena prensa (bueno, buena no, mucha, pero de la que repite) entre los seguidores del amarillismo. Y tienen razón. Si lo pensamos a fondo, tienen razón. 

Ahora, se debate. 

Se debaten en la miseria, otros en la pobreza, otros en la angustia, otros en el miedo, otros en la obsecuencia, otros en la ignorancia aspiracional calificada. Ah, y no quiero ser sexista. Ni sexisto:  en el párrafo anterior, donde dice “otros” puede leerse también “otras”, La banalidad, la represión y la exasperación meritocrática atraviesa los géneros. Y los números

Entonces la gente va, y vota. Y el gobierno decide quién ganó.

Y decide que ganó él mismo, y que si bien eso no le derechos a ellos, les quita, o les puede quitar, derechos a los demás. 

“La victoria no da derechos”, pero la mano invisible del mercado, los quita, cuando no la vemos (o sea, siempre, dado quie es invisible)

El gobierno actúa como si hubiera ganado,porque sacó mas votos que cada uno de los partidos opositores por separado. Pero no que la oposición toda junta.  

Seguramente su cuñado, lector, al leer este párrafo, pregunte “¿pero que oposición toda junta, si la oposición no está toda junta”?. Y quizás su cuñado tenga razón. Y en este momento se ríe maliciosamente a sus espaldas. Lector, dese vuelta y cobrele por leer “su diario”, por favor.  

Ya se que no corresponde, pero a los meritócratas hay que cobrarles todo. Les hace bien un poco de su propia medicina, esa que les parece bien negarles a los jubilados.

Pero para entender que pasó en las elecciones, sepamos que hay un sector, importante, que parece sufrir una mutación digna de dibujo animado japonés.  

Mientras  están fuera del Congreso, son opositores como el que más. Ser oponen hasta a oponerse. Son “más contestatarios que trosquista en asamblea estudiantil”. Y entonces, parte de la gente los vota. Y cuando entran la Congreso ¡zakabumba!!!! Como cantaba Gardel, se ve que “un rayo misterioso hace nido en su pelo”. y se vuelven “más oficialistas que radical dormido en su banca”

Entonces, si contamos la oposición “en las urnas”, gana. Pero si la contamos en el congreso, pierde.

Pequeñas paradojas de la política

¿Será que el gobierno inventó un sistema ultratecnológico por el cual cuando uno entra al congreso se le derriten las ideas opositoras y solo repiten lo que les dice la cámara (de tele). Algunos investigadores dicen que sí, que ese sistema existe, y se llama “Carpeting.2”. 

No lo sabemos.

Ni quieren que lo sepamos.

¿Quienes no quieren lo sepamos? Ellos.

¡ Quienes son ellos? Ellos. Ellos siempre son ellos.

Y no quieren que sepamos lo que pasa. Tampoco quieren que sepamos que no quieren que sepamos lo que pasa. Tampoco quieren que sepamos que no quieren que sepamos que no quieren que sepamos….” Y así ad infinitud.

¿Y cómo hacen para que no sepamos? Ufff, hacen muchas cosas. Por ejemplo, hacernos creer que sí quieren que sepamos. Y es verdad. Sí quieren que sepamos, pero quieren que sepamos solamente lo que quieren que sepamos.

Porque son pluralistas ¿o ruralistas? Les encanta que haya muchas voces… diciendo lo mismo. O idéntico. A lo sumo, pueden admitir lo similar… puesto entre signos de preguntas.

Pero los que dicen otra cosa, los que piensan otra cosa, los que opinan otra cosa, los que investigan y concluyen que es otra cosa, los que perciben otra cosa, esos no forman parte del pluralismo.

Los que pretenden que se haya un debate de ideas, de conceptos, y no de “colores de globo”, esos no forman parte del coro

Los que en vez de consignas repetidas proponen preguntas, esos mejor no.

Nada de mentira, pura posverdad. 

De todo esto, lector, trata este suplemento.

Hasta la semana que viene.