Cuatro personas fueron detenidas con drogas y armas como resultado de 17 allanamientos realizados ayer en el barrio 7 de Septiembre, situado en el noroeste de Rosario, en una causa por microtráfico de estupefacientes que bordea la investigación por el crimen del jefe del barrabrava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, y su mano derecha, el delegado de UPCN en el hospital Centenario, Daniel Attardo. Los arrestados “están asociados” a la Banda de los Menores, un grupo criminal que el propio barra apuntó poco tiempo antes de ser asesinado como quienes podrían matarlo. “Hay armas importantes que van a ser peritadas en estos días”, dijo en forma escueta uno de los fiscales del caso, Franco Carbone, al ser consultado sobre el vínculo entre los procedimientos de ayer y el doble crimen del 9 de noviembre a pocas cuadras del estadio Gigante de Arroyito. “Preferimos reservar algunos detalles”, respondió ante la insistencia de la pregunta.
“Si me matan la ciudad se incendia. Los Menores se quieren quedar con parte de la ciudad”, dijo Bracamonte en una entrevista con el diario La Nación poco tiempo antes de que anticipara su suerte. Rosario no se convirtió en una pira luego de su homicidio, pero el nombre de la banda nacida en el barrio 7 de Septiembre y que amplió su influencia en la zona, quedó flotando.
Una de las hipótesis que se barajan sobre los autores del doble crimen del Gigante de Arroyito apunta, justamente, a la organización criminal cuyos cabecillas están prófugos desde hace un año. La “marca” de la banda volvió a la conversación pública días atrás cuando la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, reveló que durante una audiencia judicial el jefe de Los Monos, Ariel “Guille” Cantero, habría dicho: “Tengan cuidado con esta banda de Los Menores, porque pueden matar a un fiscal”.
En un trabajo conjunto entre el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y la Policía de Investigaciones (PDI), el grupo criminal de la zona noroeste de la ciudad sufrió ayer un pequeño golpe. Tras 17 allanamientos, cuatro personas presuntamente relacionadas con la banda fueron detenidas y se les secuestró armas y drogas.
El fiscal César Pierantoni dijo, durante una rueda de prensa en uno de los sitios requisados, que se produjo el “hallazgo de casi dos kilos de marihuana que estaba compuesto por tres panes y material fraccionado, estaba dirigido a la venta y el consumidor final”.
También reportó el secuestro de “cuatro armas de fuego, una pistola Glock 9mm, dos revólveres 32mm y una Bersa 22”, así como varios cartuchos de diferentes calibres “que serán objeto de pericias”, dijo el fiscal. Explicó que la investigación se originó en “varias denuncias” por venta de drogas al menudeo en domicilios del barrio 7 de Septiembre y que no sólo se investiga microtráfico de estupefacientes sino también hechos de abuso de arma y homicidios.
“Hay persona que están vinculadas a esta banda y otras en investigación”, sostuvo Pierantoni sobre los cuatro arrestados durante los allanamientos.
Carbone, por su parte, señaló que “hay mucha información que preferimos reservar”, aunque aclaró que los objetivos de los procedimientos fueron “un grupo de personas asociada a la banda de Los Menores”.
En ese sentido, recordó que en febrero se hicieron 39 allanamientos a la misma organización en el barrio Stella Maris, y otros 17 en julio. “Siempre con secuestro de estupefacientes y armas de fuego”, precisó.
Acerca del vínculo entre los allanamientos y la investigación por el asesinato de “Pillín” Bracamonte, Carbone indicó que “respecto a esa cuestión puntual preferimos reservar algunos detalles”. De todos modos, agregó que “hay armas importantes que van a ser peritadas en estos días”, para determinar si fueron las utilizadas la noche del 9 de noviembre, cuando dos personas a pie dispararon contra Bracamonte y Attardo, mientras se movían en una camioneta por avenida Avellaneda a la altura de Reconquista. A pocas cuadras del Gigante de Arroyito y unos minutos después de finalizado el partido que Rosario Central jugó de local contra San Lorenzo de Almagro.
Los Menores es el nombre con el que se conoce a un grupo violento que opera en el mercado ilegal estupefacientes en los barrios 7 de Septiembre, Emaús, Hostal del Sol y Stella Maris, según investigaciones judiciales que lleva adelante el MPA.
Las dos personas sindicadas como sus líderes están prófugas: una es Matías Ignacio G., de 29 años, un hombre que creció criminalmente en el barrio 7 de Septiembre. El otro está identificado en la Fiscalía Regional Rosario como L.D.A, y es conocido por su apodo: “Limón”.
La investigación judicial del intento de homicidio de un chico que “trabajaba” en un búnker de venta de drogas, endilgado a Los Menores, reveló una presunta pata policial. El chico fue perseguido para ser asesinado y se salvó arrojándose a la desembocadura del arroyo Ludueña.
Logró escapar de sus potenciales victimarios y fue a denunciar el hecho a la subcomisaría 21ª, donde se topó con un oficial llamado Fernando M., a quien reconoció como el policía que recaudaba coimas para dejar funcionar el búnker de drogas. El joven fue trasladado a la seccional 17ª y el oficial detenido e imputado.
Los procedimientos de ayer en 7 de Septiembre se enmarcan en la ofensiva del Gobierno provincial y la Fiscalía sobre una de las bandas más significativas de las que operan en el mercado de la violencia de la ciudad.