Desde Mendoza

Es sábado y La Cabrera de Mendoza reabre sus puertas luego de tres días, tras la muerte de un empleado el martes pasado. Las luces se encienden, hay fuego en las parrillas, las mesas reciben otra vez a los comensales --pocos-- que degustan al amparo de tres lujosos hoteles en el mismo lugar en que un parrillero falleció mientras trabajaba. La muerte escaló en los medios por las denuncias sobre lo ocurrido después: trabajadores obligados a seguir sus labores con el compañero muerto en el pisoPágina/12 reconstruyó los hechos a partir de testimonios que relatan la "película de terror" vivida esa noche, mientras el restaurante sigue negando que las cosas