Ponerle rostro, hacer visible a la primera presa política del gobierno de Macri. Ponerse en el lugar de ella, y también, dar la cara por ella. Mostrar también lo que dice ese rostro: que se trata de una mujer, coya, provinciana, y además militante. Tras esa idea, las fotógrafas María José Malvares y Gimena Tur avanzaron con una campaña que pronto alcanzó dimensiones que no imaginaban, porque se hizo de todos: desde todos los rincones de la Argentina, y también desde otros países, comenzaron a llegar fotos tomadas con el medio rostro de Milagro Sala, gente que decía: Todxs somos Milagro. Esas fotos luego fueron un libro, que así se llamó. Y luego un encuentro que, con la excusa de la presentación de ese libro, convocó en la sala Caras y Caretas a artistas, intelectuales, referentes políticos y sociales, para pedir una vez más, por la libertad de Milagro Sala. 

Si el libro, publicado por editorial Octubre, resulta una galería de personajes y textos, gestos y sentimientos, un gran y diverso manifiesto por una causa común, el encuentro que surgió a partir de su edición potenció esa idea de hacer colectivo. Lejos de una presentación tradicional, lo que se vivió fue más bien un nuevo modo de decir: Todxs somos Milagro. Y también, como se cantó espontáneamente al final: Para Milagro, la libertad. Así fueron pasando sobre el escenario Cristina Banegas con un intenso fragmento de Eva Perón en la hoguera , su unipersonal basado en el poema de Leónidas Lamborghini. Las canciones de La Chicana, de Liliana Herrero, de Malena D’Alessio  –con su rap esta vez en set acústico–, de Teresa Parodi. La lectura emocionada de la carta que Milagro envió desde la cárcel, agradeciendo este libro, que las autoras pudieron hacerle llegar. Los testimonios de tantos que siguen apoyando y trabajando por su libertad.  

El Todxs somos Milagro cobró fuerza además con la presencia de las Madres de Plaza de Mayo Taty Almeida y Laura Conte, de la presidenta de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas Lita Boitano, de Horacio González, Luisa Kuliok, Carolina Papaleo, Horacio Fontova, Paola Barrientos, Axcel Kicillof, Martín Sabbatella, Gabriela Cerruti, de los miembros del Comité por la Libertad de Milagro Sala, entre una cantidad de referentes sociales y políticos. Y también, desde la pantalla, con los mensajes, fotografías y videos de muchos otros, como Cecilia Roth, María Onetto, Luis Ziembrowski y Rita Cortese recitando los “Versos para Milagro”, escritos por Teresa Parodi: “Pueden creer que te encierran, que te encadenan al cepo, pero no hay forma, ni modo, que te encarcelen los sueños”. 

Desde Jujuy llegó una carta, de puño y letra borroneada. Milagro allí agradece el libro, el apoyo, la campaña. “Me fortaleció un montón, en ese momento estaba muy bajoneada”, dice. Y también: “No a la reforma laboral. No a la reforma previsional. Patria sí colonia no”. Firma “Milagro Sala, presa política, Jujuy”. Su voz llegó también traída por anécdotas que varios de los asistentes contaron, algunos porque fueron a visitarla a la cárcel, otros porque conocieron su obra en otros tiempos. Contaron que Milagro nunca pide por ella sino por todos sus compañeros. Que sabe el nombre de cada uno, de cada barrio, de los que van a visitarla, que sigue preocupada por la futura operación de uno, por el trabajo del otro. Después de entonar junto a La Chicana “La descamisada”, Dolores Solá contó: “Tuve el honor y la emoción de cantarle esta milonga a Milagro cuando fuimos a visitarla a la cárcel. Fue después de que ella nos relatara sobre el momento exacto en el que se había hecho peronista, cuando tenía catorce años y había salido de su casa”, recordó.   

  “A Milagro Sala no se le perdona que sea mujer, que no sea rubia y de ojos celestes, y que se haya acordado de ‘sus negritos’, como siempre dice. Lo que han hecho es lamentable, pero ella sabe que no está sola. No vamos a parar. Quedate tranquila, Milagro, que a pesar de los bastones, seguimos de pie”, se escuchó decir a Taty Almeyda. “Para Milagro, la libertad. No hay otro reclamo posible. Hoy es Milagro Sala, mañana puede ser cualquiera”, dice Estela de Carlotto en el libro. Varios de los asistentes estuvieron después en la calle, marchando para reclamar todo esto. Y también por Rafael Nahuel, por Santiago Maldonado, en contra de la represesión instalada y el avance sobre las libertades de todos. Dicen también en el libro Dilma Rousseff, Silvio Rodríguez, Víctor Heredia, Juan Falú, Eugenio Zaffaroni, Nora Veiras, Sandra Russo, y la lista de fotografiados con el medio rostro de Milagro sigue. El grito es uno y colectivo: Para Milagro, la libertad.