“Nos pone muy contentos que después de trabajar todo el año en el barrio nos hayan dado el espacio para formar parte del Festival”, cuenta con orgullo Amancay Sal, organizadora de la Milonga Entre Gambas, que hoy albergará la jornada de apertura del 8º Festival de Tango de la República de La Boca, que se extenderá a puro 2x4 y autogestión hasta bien entrada la noche del sábado. Habrá clases de baile, algo de pista para los milongueros y recitales de varios de los conjuntos más importantes del actual momento del género. Hoy arranca todo en el mítico Blues Special (Av. Almirante Brown 102, donde funciona la milonga), antiguo baluarte blusero del barrio. Allí a las 19.30 serán las primeras clases, para luego dar paso a la pista y la música en vivo. Viernes y sábado, en tanto, la acción se trasladará al Cine Teatro Brown (Almirante Brown 1375). “Pudimos incorporar la milonga y las clases, que no pudimos hacer el año pasado”, destaca el bandoneonista Pablo Bernaba, director del festival y de su propio Quinteto Negro La Boca. 

Esta edición del festival trae a Tango Rante, Machaque, el dúo Álvarez-Lagos, Tango Negro, el Dúo Ranas, Riachuelo, Percal, Juan Vattuone, el Quinteto Negro La Boca, Quiero 24, la Orquesta Típica Cambio de Frente, la OT Esquina Sur, el Quinteto Rovirado, la OT La Vidú, el trío Cañón y Yira. Además participarán los bailarines Sergio Hurtado, Diego Balbi, Rochy Rosa, Soledad Nanl y Angeles Vera. Rosa y Vera ofrecerán un acercamiento al intercambio de roles en el baile, “para que las chicas puedan probar cómo es llevar y los chicos descubran cómo es estar del otro lado”, propone sal.

También participarán los musicalizadores Federico Elguero y Darío García, y la murga Los amantes de La boca. “Si el año pasado mostramos tango de vanguardia y cantores, este año de solista sólo contamos con la actuación estelar de Juan Vattuone, el resto son todos grupos, algunos incipientes como Tango Rante y Riachuelo otros con más años como el QNLB o la Vidú”, explica Bernaba. La idea, plantean, es ofrecer cada año una faceta distinta del rico panorama contemporáneo. Por si no alcanzara, desde la organización prometen “varietés y espectáculos móviles que asomarán intempestivamente por la noche”.

El anclaje barrial es fundamental para la organización del Festival. Las dos sedes son espacios culturales claves del barrio y tanto Bernaba como Sal ponderan la llegada a los vecinos. Sal, por caso, explica que cuando Entre Gambas se mudó del Abasto al barrio orillero tuvo que acercar al vecino un tango menos habitual. “Nosotros proponemos un tango con intérpretes y tandas nuevas, con toda la movida que eso genera, y al principio arrugaron un montón, pero de a poco se fueron copando y hoy la mitad de nuestra gente es del barrio”, cuenta. “Eso es gratificante para nosotros, que hacemos una movida social”. Entre Gambas tiene, formalmente, dos fechas al mes, y su participación en el Festival será oficialmente la última del año.

“Lo que más rescato de estos ocho años, además de la cantidad innumerable de artistas –más de 1000– que han pasado por nuestros escenarios, es la autogestión que seguimos manteniendo como bandera: mantenemos la autonomía, sin que esto se convierta en un festival estatal, sin sponsors”, declara Bernaba. ¿Cobran entrada? Una al alcance de cada bolsillo: a la gorra los tres días, “sin restricciones”. Y que el tango sea popular.