Otra vez balas. El gobierno neuquino reprimió nuevamente una protesta (esta vez en la ciudad capital) y cerca de setenta trabajadores del Estado terminaron con heridas de balas de goma. “Vamos a seguir resistiendo”, señaló ayer a PáginaI12 el secretario general de la ATE local, Carlos Quintriqueo, quien se encontraba en el lugar junto a sus representados y terminó también con escoriaciones en el cuerpo por la represión. La CTA convocó a un paro para hoy en la provincia.

“Quieren que nos callemos pero no lo van a lograr. Quieren imponer la política represiva que ya tuvimos en los noventa y que asesinó al compañero Carlos Fuentealba. Son los mismos ministros”, denunció Quintriqueo desde el hospital en el que aguardaban las novedades sobre los heridos graves que dejaron las balas policiales. “Encontramos cartuchos usados de balas de plomo. Hay un compañero que tiene muy comprometida la rodilla y todavía no sabemos que tipo de bala tiene”, agregó el dirigente preocupado por la suerte del delegado del hospital Castro Rendón que fue “baleado a quemarropa” por las fuerzas de seguridad “que llegaran a meterse en el hospital del patio reprimiendo”.

Los trabajadores estatales de ATE del área de Salud comenzaron un paro hace 31 días reclamando que finalice el proceso de discusión del convenio colectivo de trabajo de su rama, que lleva más de once años. Luego se fueron sumando distintos sectores que expresaron su apoyo. El conflicto desatado ayer comenzó hace una semana porque los trabajadores tercerizados de empresas de limpieza, maestranza y seguridad en los hospitales reclaman la revisión de los pliegos de licitación.

El sábado pasado, la Prefectura Naval mató a Rafael Nahuel en una represión, un integrante de la comunidad mapuche que reclama tierras ancestrales. “Es tanto el alineamiento con el Gobierno Nacional que se esmeran por quedar bien con ellos. Estigmatizan a los dirigentes sindicales y a los trabajadores para después intentar legitimar la represión”, señaló el dirigente gremial que este año ya fue detenido acusado de encabezar la protesta contra el presidente Mauricio Macri por sus políticas de ajuste.

“El ministro de Seguridad, Jorge Lara, fue ministro de gobierno de Jorge Sobisch cuando asesinaron a Fuentealba”, denunció Quintriqueo, vinculando la represión policíal con las directivas de Lara. “Vemos una saña de parte de los policías y las fuerzas de seguridad que solo puede estar alimentada por las declaraciones del Presidente y la vicepresidenta”, completó.