“No soy un talibán del vinilo. La música tiene que estar en todas las plataformas digitales. Pero me gusta pensar en ese objeto que apunta a un mercado raro, pequeño”, dice Fernando Larrosa, al mando de los sintetizadores en Proyecto Da Silva. Tanto esta banda como Proyecto Quasar, que vienen del palo del rock progresivo con sintes, están lanzando sus nuevos álbumes en formato vinilo, editados por Chancho Discos. Las une el amor por la experimentación y cierta visión crítica de los clichés del rockero promedio. “Cuando la electrónica se metió en el rock en los ‘90 empezó un mundo nuevo”, coinciden.

“Hacemos un rock intenso con matices y ambientes. Tenemos temas de seis minutos de música y tres de letra, con mil arreglos, pero en el fondo conservamos la canción: estrofa y estribillo siempre hay”, cuenta Ignacio Ponzone, que toca piano y sintetizadores en Proyecto Quasar. El grupo tiene cuatro discos encima y el que están presentando, Donde los pájaros sienten temor, Pt.2: Conspiranoia, es la segunda parte del último. Las canciones tienen una potencia climática de sube y baja, regulada por las teclas del Rhodes y el Hammond. En cuanto al uso de los sintetizadores, el pianista entiende que “los trajo la era digital, pero eso disparó la búsqueda de los sonidos analógicos de los ‘70”. Proyecto Quasar existe desde mediados de 2004 y se formó en Morón, pero recién en 2008 lanzó su debut homónimo. Después vino Prosopagnosia (2011) que nunca se editó en formato físico. El tercero, Donde los pájaros sienten temor: Paranoia, tuvo su primera mitad el año pasado y ahora la segunda cobró vida en vinilo.

En el caso de Proyecto Da Silva, Larrosa explica que vienen del rock progresivo y que en P.O.P.A.R.T, su segundo álbum, se animaron mucho más a la electrónica de los sintes y las programaciones, e inclusive se fueron un poco hacia el pop. “En realidad no tenemos nada de pop, pero nuestra idea fue experimentar hacia lo desconocido”, afirma. “Las canciones nos remitieron al arte pop de cincuenta años atrás, a tomar elementos de lo cotidiano y prestar atención a la repetición, al loop”, define.

Lo interesante de las dos bandas es que no la van de “rockeros virtuosos”, con solos interminables, canciones de doce minutos ni demostraciones gimnásticas de habilidad instrumental (el rock progresivo tiene esas cosas). La única ambición, en ambos casos, es experimentar sin filtro dentro del guante del rock. Chancho discos, que se puso a hombro los lanzamientos en vinilo de Proyecto Quasar y Proyecto Da Silva (y en los otros formatos también), es un sello colectivo que en los últimos tres años editó más de 25 discos independientes.

* Viernes 22/12 a las 23 en El Emergente, Acuña de Figueroa 1030, CABA