Las vitrinas de Independiente ya le hicieron lugar a un nuevo trofeo, que puede concretarse la semana próxima en Río de Janeiro. El equipo de Avellaneda ganó la primera final de la Copa Sudamericana al Flamengo, a pesar de que no exhibió su mejor versión, pero lo que hizo anoche le alcanzó para tener la serie a su favor.

El duelo en el mediocampo iba a ser una de las claves fundamentales del partido. Como los dos equipos tienen jugadores con buena capacidad técnica en esa zona, el que controlara mejor la pelota sacaría ventaja en el desarrollo. El que se adueñó primero de ella fue Flamengo, que con la sabiduría de Diego comenzó a tomar la iniciativa. El ex Atlético de Madrid fue inteligente para distribuir la pelota, y sus compañeros se movían a su ritmo.

Esa pequeña supremacía le posibilitó estar más cerca del arquero Campaña, y así rápidamente pudo marcar el primer gol, por una acción de pelota detenida. El envío desde la izquierda llegó hasta el segundo palo y Rever logró cabecear cruzado y alto para superar al al arquero y convertir el primer gol de la noche.

Independiente, a partir de ese momento, se vio obligado a salir de su campo, y también a disputarles la posesión de la pelota a los brasileños. La presencia de Benítez por la derecha comenzó a tener incidencia –Trauco no podía pararlo–, y cuando el volante se juntaba con Barco era lo más peligroso que mostraba el conjunto de Avellaneda.

En una de esas acciones entre los dos compañeros, armaron una gran maniobra por el centro del campo y el último pase encontró bien ubicado a Gigliotti, que con una gran media vuelta marcó el empate con un potente remate de derecha, concretando lo que había insinuado en una jugada anterior, cuando la marca le impidió definir.

El encuentro volvió a emparejarse después de la igualdad e Independiente fue perdiendo profundidad lentamente. La última línea de Flamengo empezó a anticipar a los atacantes locales, y así el equipo perdió preponderancia en los últimos metros. Flamengo supo contener aquel buen momento del Rojo,  y otra vez salió de su terreno con el dominio de la pelota como premisa.

La segunda parte encontró a un Independiente más decidido en ir en busca del arco rival, y la presión en la zona central le permitió recuperar la pelota y quedar muy cerca del arquero visitante. En ese marco, la primera jugada de peligro finalizó con el gol de Meza. El ex Gimnasia recibió la pelota dentro del área y desde el centro remató cruzado para ubicarla junto a un palo. Flamengo ya no tenía la claridad de la etapa anterior, y como Diego era bien controlado el circuito ofensivo carecía de la fluidez del comienzo. Inclusive, con salidas rápidas y precisas, el local estuvo cerca de aumentar la ventaja, pero los remates se iban cerca del arco.

Flamengo llegó al final presionando sobre el arco de Campaña, pero falló en el último toque cuando debía rematar al arco. La expectativa de Independiente es positiva para lo que le queda y la chance de alcanzar la gloria en el Maracaná no es una utopía.