"Entre muchas comillas, tuvo una leve mejoría", contó Fabián Grillo en relación al estado de salud de su hijo, Pablo Grillo, el fotoperiodista que recibió un disparo de una granada de gas lacrimógeno en la cabeza este miércoles, durante la represión en las inmediaciones del Congreso. 

La última información que los médicos le dieron a Fabián es que a su hijo le pusieron una máquina para medir la presión craneal, que esas mediciones arrojaron parámetros aceptables para un caso como el de Pablo y que, al bajarle la medicación antes de colocar el aparato, tuvo una reacción bilateral. "Eso también es positivo. Pero todavía la situación es crítica y grave", advirtió Grillo en la 750

El fotógrafo de FM La Tribu está internado en el Hospital Ramos Mejía, donde lograron bajar la presión intracraneal del joven. El jóven llegó al nosocomio con traumatismo de cráneo grave, fracturas múltiples y pérdida de masa encefálica. 

"Es una persona buena, solidaria, terriblemente creativo, lo que hace lo llena de arte, hacía música, pintura, fotografía, hasta baila, el tipo tiene una veta creativa extraordinaria", dijo entre lágrimas su padre, en diálogo con Escuchá Página|12, y agradeció a los donantes de sangre y el apoyo de quienes se acercaron a ayudar a la familia. 

Grillo contó que ninguna autoridad del gabinete nacional lo llamó, ni a su mujer. Pero sí se contactó con él un representante de la Provincia Buenos Aires y también se presentó en el Hospital Ramos Mejía el ministro de Salud de la Capital Federal, Fernán Quirós. "Yo de esta gente no espero nada a esta altura del partido, hablan un idioma que no entiendo", concluyó.