El gobernador Gustavo Sáenz estuvo a un tris de quedar varado ayer en uno de los parajes aislados por la inundación en el municipio de Rivadavia Banda Norte, en el departamento Rivadavia.
El interventor de esa comuna, Marcelo Córdova, informó a Salta/12 que tras visitar el paraje La Paloma el helicóptero tuvo que volver porque se había quedado con poco combustible. Pero en lugar de regresar a su punto de salida, en Rivadavia, "se fue directamente a General Mosconi (municipio del departamento San Martín), porque el tiempo ya no permitía volar”.
El mal tiempo sigue abatiéndose sobre este territorio del norte provincial, que sufren las consecuencias de los desbordes de los ríos Pilcomayo y Bermejo, el primero ya en remisión.
La crecida del Bermejo mantiene aisladas a unas mil familias en las juridiscciones de los municipios de Rivadavia Banda Sur y Rivadavia Banda Norte (o Morillo o Coronel Juan Solá), del departamento Rivadavia. A las 600 familias que aisladas en la Banda Sur se suman las 400 reportadas por Córdova en la Banda Norte.
La provincia informó que el gobernador Gustavo Sáenz coordinó en Morillo con los equipos de Desarrollo Social y Aviación Civil, la implementación del operativo de puentes aéreos.
En La Paloma el gobernador entregó 32 módulos a las 16 familias residentes en el lugar y dialogó con ellas. Estuvo acompañado por Eduardo Elías Dip, secretario de Desarrollo Social del municipio de Rivadavia Banda Norte. "Hoy recorrimos las zonas afectadas para acompañar a las familias de los parajes y comunidades que están aisladas y coordinar de forma directa la asistencia que necesitan", expresó el mandatario.
El operativo se articula entre Ministerio de Desarrollo Social, Aviación Civil y el municipio. El gobierno detalló que se diseñó un operativo de 25 puentes aéreos para garantizar el envío de alimentos, medicamentos y agua potable a 25 parajes y desde allí a más de 80 puestos.
“Hoy día la situación está complicada. Muy crítica”, dijo a este diario Nicolás Rodríguez, cura de la zona. Recordó que las crecidas del Bermejo se instalaron en diciembre y en aquel momento empezó la desmejora de los caminos.
Las rutas principales son la 13 y 41, ambas a cargo de la provincia. Ninguna está asfaltada. Y ambas comunican con caminos vecinales que llegan a los distintos parajes de este amplio territorio.
Rodríguez explicó que la dificultad para el tránsito es que la ruta provincial 13 se convirtió en un cauce más del Bermejo con la crecida. Y no es un solo corte “sino que son tres”.
Una parte del camino se puede atravesar en lancha, pero hay un trecho de kilómetros que se debe hacer vía terrestre, y después hay más agua.
No hay lanchas disponibles para atender la demanda y con esa contingencia, es difícil atravesar los parajes aislados.
La ruta 41 fue afectada por la crecida del río Teuco (que se desprende del Bermejo) y también se encuentra intransitable. “El río viene muy cargado. Desbordó y rompió varios caminos”, dijo Rodríguez. En la zona, la Municipalidad montó varios puentes de madera que permitían que los vehículos cruzaran. Pero la crecida tapó también los puentes y dejó incomunicadas a las familias habitantes de esa zona.
Los puentes aéreos son entonces la casi única alternativa de asistencia.
El sacerdote dijo que en Rivadavia Banda Sur, donde se encuentra su iglesia, se esperaba para hoy la llegada de unos 12 vuelos para entregar módulos alimentarios. Pero hasta donde se pudo conocer, a lo sumo se lograron hacer dos.
Encima, se espera una nueva crecida. Frente a esta eventualidad se estaba solicitando que a cada familia se le entreguen dos módulos alimentarios. Cada bolsón tiene 6 kilos de alimentos (en distintos productos como harina, fideos y arroz), y puede alcanzar una semana.
El ministro de Desarrollo Social, Mario Mimessi, contó que el Ministerio de Capital Humano de la Nación, ofreció kits de emergencia pero les dijeron que la provincia debia buscarlos en Villa Martel, en Buenos Aires. El ministro salteño aseguró que una vez que pase la emergencia por las crecidas, los recursos serán retirados.
Mal tiempo
Córdova contó que tras entregar ayuda en La Paloma, como el helicóptero tenía poco combustible se decidió retornar para cargar y salir nuevamente, esta vez al paraje La Salvación. Pero por el mal tiempo, el vuelo debió desviarse a General Mosconi.
“Recién pudieron salir (a dar asistencia a los parajes aislados) a las 4 de la tarde”, indicó el funcionario al advertir que solo entonces “se abrió el cielo” con la visibilidad para volar.
El gobierno indicó que la asistencia aérea tiene como objetivo llegar a los puestos y parajes ubicados a lo largo del río Bermejo, desde el límite con Formosa hasta el límite con el departamento San Martín.
La coordinadora general del Ministerio de Desarrollo Social, Dolores Montarcé, quien también trabaja en la zona inundada, detalló que en Rivadavia Banda Norte se entregarán 826 módulos alimentarios (dos por familia) en 25 parajes de las comunidades El Sauce, San Patricio, Bajo Verde, comunidad El Talar, Pozo El Algarrobo, Los Laureles, Espinillo, El Totoral, Ganso Atado, El Porongal, La Carpa, Las Palomas, Las Lagunas, El Gritao, La Salvación, Las Vertientes, Alto Alegre, El Colgao, La Pastosa, La Tala, Pozo Potrero, La Fortuna, La Tosca, Fortín Belgrano y escuela albergue La Paz, entre otros. Son aproximadamente 468 familias. Esta sería la segunda asistencia en el área en esos parajes.
Por otro lado, el ministro de Desarrollo Social afirmó que "pese a superar niveles (de crecidas) de 2018, los evacuados son diez veces menos" en la zona de Santa Victoria Este, el otro municipio de Rivadavia afectado en este caso por la crecida del Pilcomayo.
“En términos de altura del río alcanzada en Puente Aruma o en Villamontes (en Bolivia), los niveles de 2018 fueron mayores”, explicó por su parte el integrante del Sistema de Alerta Temprana del río Pilcomayo, Luis María de la Cruz. El especialista consideró que, de todas maneras, quizás el volumen de agua desplazado haya sido el mismo o un poco superior “ya que este año hubo niveles altos durante más días que en 2018”.
Una diferencia significativa este año es que empezó a desbordar con niveles más bajos en Villamontes, lo que significa que el lecho del río está más elevado y el cauce tiene menor capacidad para transportar los volúmenes de agua que llegan desde Villamontes.
En cuanto a impacto territorial, De la Cruz afirmó que el alcance del desborde del agua es similar al de 2018, es decir que prácticamente alcanzó a la misma cantidad de parajes y comunidades. En este punto, destacó que la zona estaba mejor preparada en cuanto a infraestructura y a respuesta a la emergencia. Y muchas comunidades y parajes que se inundaron en 2018 y fueron relocalizados estaban ahor en sitios más seguro. Esto a su vez, generó menos evacuados.
Pero destacó que “hay autoevacuados que no están en los centros de evacuación que no se cuentan en las estadísticas”, como también ocurrió en 2018. En el medio, hay comunidades como Las Vertientes Costa, que continuaban ayer implorando que les lleven ayuda, porque aislada.
Pronóstico
Las cuencas del Bermejo y el Pilcomayo se alimentan en la parte alta de Bolivia. Hasta ahora el Servicio Nacional Meteorología e Hidrología (SENAMHI) de Bolivia mantiene un alerta hasta el día 5 de abril, con probables ascensos de niveles que pueden generar alerta naranja.
También hay un aviso de alerta para el Pilcomayo con probabilidades de producir desbordes en algunas estaciones de la cuenca alta. Esto impactaría sobre la cuenca baja superior, en territorio nacional, con ascensos de nivel y probabilidades de nuevos desbordes, pero de menor magnitud que los de la creciente anterior.