Más que un ciclo de espectáculos, Inesperado Ciclo se define como un espacio de “polinización” artística. "Buscamos que los artistas se crucen, dialoguen y generen nuevas iniciativas", explica Carlos Bernabei, uno de sus coordinadores. "Intentamos conectar con distintas escenas y expandir esta red. Ya han tocado en el ciclo músicos de Mar del Plata y Rosario, y queremos seguir fomentando estos intercambios", dice, sobre su ciclo, que está celebrando su quinto año de realización.
Darío Dolci, su compañero de organización, es saxofonista, improvisador, actor y docente. Ha participado en numerosos conciertos y festivales de música improvisada, tocando solo o con diferentes formaciones en Argentina, Noruega, Chile, Estados Unidos, entre otros países. Por su parte, subraya “La libre improvisación no es un estilo muy explorado en Argentina, pero está creciendo rápidamente dentro de la música experimental. Un improvisador es, en esencia, un buscador que a veces encuentra". Agrega que, en el momento de improvisación, el músico se tiene que despojar de toda información preconcebida “Hay que tener total libertad para interactuar con la música y tus compañeros. Escuchar y accionar en proporciones equilibradas. Solo hay que buscar un instante de despojo”, reflexiona.
Su compañero en esta aventura que es Inesperado Ciclo es oriundo de Bragado. Experimentador audiovisual. Trompetista Improvisador. Artista plástico intermitente. Participante también del Teatrito Rioplatense de Entidades. “Un poco el espíritu de la edición conurbana de este ciclo es contagiarnos de sus sonidos. Allá hay más espacio. Las casas son más grandes, hay garaje, hay más posibilidad de que la gente desarrolle su locura. En el conurbano se pueden encontrar un domingo a la mañana un vecino que tiene un motor y lo enciende para escucharlo. Eso puede ser música. Los vecinos hasta pueden saber que ese vecino va a prender el motor durante la mañana y es parte del folclore que se va armando entre todos”, dice Bernabei.
Desde su creación hace cuatro años, Inesperado Ciclo se fue consolidando como una plataforma para la experimentación artística en la que convergen músicos, actores, bailarines y creadores de diversas disciplinas. A lo largo de sus ediciones, ha fomentado la improvisación sin etiquetas.
Los puentes
La propuesta de este año, Desembarque Conurbano, nació a partir del encuentro de Dolci y Bernabei con un grupo de improvisadores de Los Polvorines en el mítico “El Relicario”, espacio que llevaban adelante Maxi Rau, Noelia Marzoa y El Turco, los tres también integrantes de un colectivo de improvisación, José 666 Lupercos, que tiene una historia particular. Su fundador es Rau, quien cuenta que el proyecto surgió como un espacio de integración para personas con esquizofrenia y otras condiciones marginadas. "No lo pensamos como un proyecto terapéutico, sino como un lugar donde estas personas puedan expresarse y encontrar su voz sin tener que adaptarse a normas rígidas", explica Rau.
"Muchas veces, quienes tienen esquizofrenia quedan relegados, como si fueran un florero en sus propias casas. Sus familias los aíslan aún más por miedo, pero ellos también tienen algo que decir. José 666 Lupercos busca darles ese espacio, sin forzarlos a encajar en estructuras académicas o preestablecidas. Es una oportunidad para crecer a través de la práctica y el apoyo mutuo", reflexiona.
El colectivo ha llevado su propuesta a distintos lugares, sumando a personas sin experiencia musical y desafiando a músicos experimentados a adaptarse a nuevas formas de expresión. "Es un ejercicio increíble, se generan lenguajes musicales completamente nuevos", concluye.
"Cuando ellos nos invitaron a participar, quedamos encantados y esta es nuestra forma de devolver la invitación", comenta Dolci. "No sabíamos que en el conurbano había tanta movida de libre improvisación, fue una sorpresa. La idea es generar más intercambios como este en el futuro".
La jornada del 30 contará con la presencia del colectivo fundado por Rau. También con Paralelepípedo, que presentará una propuesta de improvisación electroacústica y experimental y Willy Pérez, con un set centrado en la improvisación electrónica. También se podrá disfrutar del Stand Itinerante de MAGAZINE, Libros y Discos, atendido por Nicolás Bedini. El Zombie Espacial grabará en vivo el episodio sonoro.
"La improvisación es como respirar, es todo. Es como cuando armás una frase, van apareciendo las palabras y van teniendo un sentido. En la ciudad hay una organización de ruidos que te da una idea de dónde estás. En el conurbano es distinto: hay más espacio, más flexibilidad, y una forma de comunicación diferente. Pero cuando nos encontramos en el escenario, el espíritu es el mismo", reflexiona Bernabei cuando se le pregunta qué hay detrás de este desembarco conurbano.
Además, si el tiempo lo permite, el evento cerrará con una gran improvisación colectiva, un rasgo característico de Inesperado Ciclo, donde los participantes se encuentran en escena y a menudo surgen nuevos proyectos y colaboraciones.
El evento se realizará en el Espacio Cultural del Sur, que brindará soporte técnico de sonido e iluminación. La entrada es libre y gratuita, con la posibilidad de realizar una colaboración voluntaria para apoyar la continuidad del ciclo.
En una época donde priman los discursos del orden y el minimalismo, donde todo parece estar calculado y estructurado, Inesperado Ciclo apuesta por la espontaneidad y la libertad creativa, permitiendo que cada encuentro sea una experiencia irrepetible. El encuentro se llevará a cabo este domingo a las 19hs en el Espacio Cultural del Sur (Av. Caseros 1750, Barracas, CABA).