Las expectativas de devaluación siguen en aumento y el dólar blue terminó este lunes en 1325 pesos, su máxima cotización desde agosto del año pasado. Durante este lunes aumentó 25 pesos y la semana pasada ya había subido otros 20. El Banco Central sigue perdiendo reservas internacionales con fuertes intervenciones en el mercado de cambio. El riesgo país trepó por encima de los 800 puntos.
Los inversores tienen cada vez más incertidumbre y empiezan a disparar una corrida contra el dólar. El clima de malestar se potencia con el pesimismo de los mercados internacionales. En marzo las bolsas de Estados Unidos llegaron a perder casi 8 por ciento y se espera una recesión en ese país. El anuncio de la llegada de fondos del FMI no tiene efecto para contener las presiones cambiarias.
El Banco Central enfrentó una nueva caída en sus reservas internacionales. La autoridad monetaria vendió dólares por undécima jornada consecutiva, con un saldo negativo de 143 millones de dólares. Así, en los últimos días acumuló una pérdida de 1780 millones de dólares, y en todo marzo tuvo que desprenderse de 1156 millones de dólares, marcando el peor registro mensual desde marzo de 2023.
Como consecuencia, las reservas brutas descendieron 723 millones de dólares, ubicándose en 25.052 millones de dólares, el nivel más bajo desde el 29 de enero. Esta baja responde a las ventas del Banco Central en el mercado de cambios, pagos de deuda y movimientos de fin de mes por parte de los bancos, que podrían compensarse en los próximos días.
Riego país
En medio de este panorama, los bonos soberanos en dólares registraron bajas y el riesgo país superó los 800 puntos básicos. La incertidumbre internacional, generada en parte por las políticas arancelarias de Donald Trump, y las dudas sobre el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) influyeron en este comportamiento. Los bonos Global 2046 y Global 2041 cayeron 2,8 por ciento y 0,8 por ciento, respectivamente.
En contraste, el Global 2029 subió 0,6 por ciento y el Bonar 2029 avanzó 0,3 por ciento. El riesgo país, medido por el JP Morgan, aumentó 2,2 por ciento hasta los 816 puntos, luego de tocar un máximo intradiario de 867 puntos, el nivel más alto desde noviembre de 2024.
El mercado de acciones tampoco estuvo exento de turbulencias. Los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Wall Street registraron caídas de hasta 4,8 por ciento, lideradas por Mercado Libre, Grupo Supervielle (-4,4 por ciento), Central Puerto (-4,2 por ciento) y Banco Macro (-3,7 por ciento). En la plaza local, el S&P Merval retrocedió 1,7 por ciento hasta los 2.338.760 puntos. Entre las empresas más afectadas se encontraron Central Puerto (-3,3 por ciento), Grupo Supervielle (-3,2 por ciento) y Banco Macro (-3 por ciento).
Los inversores tienen cada vez más incertidumbre y los datos macroeconomícos sobre el frente externo aumentan la presión. El déficit de la cuenta de servicios continúa ampliándose. En febrero, el sector registró un rojo de 1.038 millones de dólares, el más alto para ese mes desde 2018.
Según el último Balance Cambiario del BCRA, el déficit se explica por los egresos netos en concepto de "Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta" por 941 millones de dólares, Otros servicios por 197 millones de dólares y Fletes y seguros por 171 millones de dólares. En contraste, hubo un ingreso neto de 271 millones de dólares en "Servicios empresariales, profesionales y técnicos".
Fondo Monetario
En cuanto a la relación con el FMI, la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, consideró “razonable” el pedido de Argentina de recibir un primer desembolso equivalente al 40 por ciento del nuevo acuerdo de 20.000 millones de dólares en negociación. Las declaraciones del FMI por ahora sirvieron poco y nada para calmar el pesimismo del mercado.
“Se lo han ganado, dado su desempeño”, afirmó la economista búlgara en declaraciones a la agencia Reuters. Esta postura del FMI avala el pedido del ministro de Economía, Luis Caputo, quien busca que el primer tramo del crédito sea significativo y de libre disponibilidad.
Durante una entrevista televisiva, Caputo destacó que Argentina ya cumplió con las metas de ajuste requeridas por el FMI, lo que justificaría un desembolso inicial mayor. “No hay precedente de un país que haya hecho más ajuste del que el Fondo pide”, sostuvo el funcionario. Además, insistió en que estos fondos no implicarían nueva deuda, refiriéndose únicamente al Tesoro, como si el Banco Central fuera un organismo ajeno al sector público, y la cancelación de una deuda intragobierno (entre el Tesoro y el BCRA) fue equivalente, y en consecuencia se compensara, con un aumento de la deuda con el FMI.