Después de meses de parálisis en la obra pública nacional, el gobernador Gustavo Sáenz anunció la reactivación de los principales proyectos viales comprometidos por la Nación en territorio salteño. El anuncio llegó tras un encuentro con el jefe del V Distrito de Vialidad Nacional, Federico Casas, quien confirmó que antes de mayo volverán a ponerse en marcha obras estratégicas. 

Entre las obras destacadas se encuentra la demorada construcción del nuevo puente de Vaqueros y su circunvalación; los dos tramos de la ruta nacional 40, y la ruta 51. A eso se suma el relanzamiento de la autopista sobre la ruta nacional 9/34, entre Rosario de la Frontera y Yatasto, considerada la obra vial más importante de la provincia.

Casas resaltó que “la idea es que en el corto plazo, fines de abril o principios de mayo, ya estaremos retomando esas actividades”. De la reunión también participaron el ministro de Infraestructura salteño, Sergio Camacho; la diputada nacional Pamela Calletti, y el secretario de Obras Públicas provincial, Hugo de la Fuente.

Para el gobierno de Salta este anuncio representa una bocanada de aire fresco en medio de un clima de incertidumbre generalizada, con recortes que afectaron obras fundamentales en todo el país. Desde que asumió el gobierno de Javier Milei, el mandatario salteño mantuvo varias reuniones y promesas de parte de los funcionarios nacionales, pero sin obtener respuestas concretas. 

“Hemos estado hablando y coordinando todas las obras que el gobierno de la provincia ha gestionado con Nación y que ya han empezado a mostrar sus primeros pasos aquí, en Salta”, dijo Casas. Haciendo mención a las tareas en la ruta nacional 9/34, destacó que es “la inversión más importante que el Gobierno nacional realizará en la provincia”.

Para el ministro Camacho, lo importante “es que nos pudimos poner de acuerdo, empezar a trabajar en conjunto". Aseguró que "el esfuerzo que está haciendo el Gobierno nacional se corresponde también con la estabilidad, la previsibilidad y el ordenamiento que tiene la provincia en términos económicos, que es lo que mira Nación a la hora de hacer la inversión”. El funcionario indicó que estos proyectos están contemplados en el Plan Güemes y en la planificación vial de la provincia.

El gobernador Sáenz se reunió en mayo pasado con el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, quienes le confirmaron la continuidad de proyectos viales como las rutas 51, 9/34 y 40, y de otras que habían sido comprometidas con la provincia en escuelas, plantas potabilizadoras, la Ciudad Judicial de Orán, entre otras.

Un regreso tras meses de abandono

La noticia de la reactivación de las obras llega tras fuertes reclamos por parte del gobierno provincial, intendentes y comunidades afectadas por la paralización de los trabajos desde la asunción de gobierno de La Libertad Avanza. 

En septiembre del año pasado se conoció que el gobierno nacional había frenado 469 obras públicas en todo el país, siendo Salta la segunda provincia más afectada. Además, se supo que la gestión de Milei tenía pisados los pagos por $127.200 millones a empresas contratistas, lo que demoraba el traspaso de las obras a las provincias.

Se frenaron obras en ejecución como el puente de Vaqueros, la Ciudad Judicial de Orán y decenas de proyectos de infraestructura educativa y sanitaria. En aquel momento, la administración provincial optó por una estrategia de negociación directa con la Nación, aunque el impacto del recorte se sintió con fuerza en el interior salteño. 

El congelamiento de fondos afectó a miles de trabajadores de la construcción y dejó inconclusas obras que habían sido licitadas con financiamiento  garantizado. La Cámara de la Construcción de Salta informó en junio del año pasado que en la provincia se perdieron 12 mil puestos de trabajo en la construcción.

El regreso de la actividad en las rutas nacionales 40, 51 y 9/34 representa un giro táctico por parte de la Nación, posiblemente motivado por las elecciones legislativas de octubre. 

Sin embargo, muchos proyectos siguen sin reactivarse, como escuelas rurales, plantas potabilizadoras, hospitales y centros de atención comunitaria en zonas vulnerables.