Llega la Semana Santa y en las pescaderías comienzan a formarse las ya típicas largas filas de personas que se abastecen para las fiestas. Es la tradición: las carnes rojas, durante estos días, quedan fuera de la dieta. Y las explicaciones sobre esta tradición son diversas y de todos los tipos.

Sin embargo, la tradición de no comer carnes rojas durante la Semana Santa sería ya cosa del pasado. Al menos así lo explicó el diácono del grupo de curas en Opción por los Pobres, Ricardo Carrizo, quien aclaró que en su orígen la abstinencia de carne tiene que ver con una postura de sacrificio y entrega.

Hay un error generalizado que es por cuestiones tradicionales. Y mucho rol de la propia iglesia”, comenzó explicando sobre este tema Carrizo, quien dejó entrever que incluso entre los religiosos hay ciertos debates sobre la mesa.

Y añadió: “El tema del ayuno para el viernes santo en la antigüedad era como en ramadán, algo parecido. Es un período de reflexión, había como todos los viernes un ayuno y abstinencia de carne”.

Pero, ¿por qué abstinencia de carne? “Pero esto porque en algún momento la carne era algo muy costoso. Y el criterio era privarse de algo costoso para poder ayudar a los pobres”, explicó.

Sin embargo, con el tiempo, esto fue cambiando: “El tema es que más o menos en el 89 hubo una reforma en el derecho canónico y se cambió la abstinencia de carne por la abstinencia de algún gusto que uno tuviera para ser donado a los pobres”.

Es decir, explicó Carrizo, “lo de la carne quedó como tradición”. Sin embargo, el verdadero significado tiene que ver con la propensión a la reflexión, con el desprenderse de los placeres durante algunos días para enfocarse en el otro.