Así como recitaba el Padre Nuestro, el Papa Francisco era capaz de nombrarlos de corrido 70 años después de haberlos visto por primera vez en Viejo Gasómetro de Avenida La Plata: Blazina; Vanzini, Basso; Zubieta, Grecco, Colombo; Imbelloni, Farro, Pontoni, Martino y Oscar Silva. El San Lorenzo campeón de 1946 marcó un antes y un después en la vida de aquel niño Jorge Bergoglio, que pese a una vida de película, nunca se olvidó de su orígen y el amor por aquel equipo irrepetible.