Dos años y medio después de cometido el doble femicidio de Romi Wilson y su hija Estefanía “Abril”, comenzó ayer el juicio ante el Tribunal Oral 7. El acusado, Juan José Campos, se sentó frente a los jueces, rechazó su posibilidad de declarar y fue retirado hacia otra sala, donde siguió el juicio por video. “Aunque sabíamos que iba a estar, fue impactante verlo”, dijo a este cronista Mercedes, una de las amigas de Abril que hicieron posible que el juicio se llevara adelante.

Durante la audiencia, a sala llena, declararon seis testigos. Los más importantes fueron dos vecinos y una vecina, cuyas declaraciones confirmaron que el acusado se encontraba en el edificio de Constitución 1734, donde vivían las víctimas y donde los últimos meses antes del doble femicidio convivía el acusado. En uno de los testimonios se recordó que cuando se escucharon los gritos de las dos mujeres, algunos vecinos salieron al pasillo y lo vieron a Campos, que también se asomaba para responder la alarma de los vecinos: “yo también escuché esos gritos, ¿de dónde vinieron?”

En otro de los testimonios se recordó que Campos, al asomarse, tenía un celular en la mano, y que simultáneamente en el grupo de vecinos de whatsapp le preguntaban a Romi si era ella la que había gritado, y supuestamente Romi respondió que no, que ella también había escuchado los gritos, a la misma hora en que se determinó que habían sido acuchilladas madre e hija. También se recordó que cuando llegó la policía, Campos recorrió algunos pisos con uno de los uniformados, pero no ingresaron al departamento donde se habían cometido los femicidios.

“Lo que se demostró es que Campos estaba en el lugar en el momento en que se cometieron los dos asesinatos”, aseguró Mercedes.

El juicio oral, ante los jueces Daniel Morin, Alejandro Becerra y Gabriel Vega, continuará mañana a las 9.30. La acusación está a cargo del fiscal Oscar Ciruzzi.