Prácticamente la totalidad de los abogados de los detenidos y procesados por el Memorándum con Irán se presentaron ayer en Comodoro Py y apelaron las prisiones preventivas o pidieron la excarcelación inmediata. Como es obvio, el fiscal Eduardo Taiano y el juez Claudio Bonadio rechazarán esos planteos: no tendría sentido que el dúo impulsó las detenciones el jueves, los ponga en libertad el lunes. Como ya ocurrió con Luis D’Elía y ayer mismo con Héctor Timerman, el fiscal y el juez rechazaron los pedidos por lo que ahora tendrá le tocará resolver a la instancia superior que es la Sala II de la Cámara Federal, integrada por Martín Irurzun y Eduardo Farah. 

El argumento general de las defensas es que según todos los tratados internacionales lo que debe regir es la libertad de los acusados durante el proceso. Responden así a lo que señala el juez Bonadio, en base a lo sostenido justamente por el camarista Irurzun –el hombre del gobierno y de la Corte en Comodoro Py– en una causa que involucraba al ex ministro Julio De Vido, acerca de que los detenidos tuvieron mucha influencia y siguen teniendo relaciones residuales que les permitirían obstaculizar la investigación deben quedar detenido en forma preventiva. 

Los abogados defensores Graciana Peñafort, Alejandro Rúa, Mariano Fragueiro Frías, Lucila Larrandart, Adrián Albor y Fernando Burlando coincidieron en señalar que el juez no describió de ninguna manera esas supuestas influencias, no puntualizó cómo podrían obstruir la causa ni cuál es el poder que hoy tienen los imputados y que les permitiría afectar el expediente. Además, afirmaron que es una causa en que la prueba está casi toda producida, lleva dos años y medio de instrucción, de manera que si no obstruyeron antes no hay motivos para suponer que van a obstruir de acá en adelante. 

Los defensores de Timerman, los abogados Peñafort y Rúa, agregaron que el ex canciller viajó frecuentemente al exterior a hacerse los tratamientos por su enfermedad y siempre volvió en término, lo que demuestra que la prisión preventiva no tiene sentido. Además, el Timerman tiene que ir todos los días a hacerse distintos tratamientos a institutos médicos, por lo que resulta ilógico que periódicamente tenga que pedir permiso para salir de su casa. 

Por su parte, Albor, abogado de D’Elía reiteró que el dirigente de Miles también sufre problemas de salud, por lo cual,como mínimo, se le debe conceder la prisión domiciliaria. 

A estos argumentos en contra de la detención, los abogados adelantaron los que expondrán sobre el procesamiento. Casi todos consideran insostenible que un juez, en este caso Bonadio, establezca que la Argentina tiene un estado de guerra con Irán. El delito de traición a la patria sólo se puede aplicar cuando hay una guerra y el imputado se alzó en armas contra el país o socorrió a los enemigos. Con distintos argumentos, los abogados ya adelantaron que tal situación de guerra no existe dado que no fue declarado por nadie, no hubo acciones de represalia, ni hubo una intervención del Poder Legislativo, que es el único facultado para establecer un estado de guerra o autorizar acciones contra el supuesto enemigo. 

Se quiso marcar una supuesta pelea por las estrategias judiciales de los distintos imputados, en especial CFK y Zannini. Pero la diferencia en la estrategia tiene lógica. Ni Zannini ni Timerman tienen otras causas por lo que no pueden invocar una persecución política. Distinta es la situación de la ex presidenta a la que bombardean con expedientes: es razonable que ella quiera recurrir a los tribunales internacionales y afrontar rápidamente un juicio por el Memorándum para marcar esta situación.