El director de DC Studios, James Gunn, compartió una historia peculiar sobre cómo su perro Ozu, rescatado de una situación difícil, inspiró la creación de Krypto, el superperro en su próxima reinvención de Superman. Durante el CinemaCon 2025, Gunn relató cómo Ozu transformó su vida e influyó creativamente en el guion de la película.
El origen de una inspiración inesperada
Todo comenzó cuando James Gunn, aún afectado por la pérdida de su anterior perro, Wesley, decidió adoptar un nuevo compañero. Encontró a Ozu en un refugio, donde el animal sobresalía entre unos 60 perros en busca de un hogar. Según el director, en su primer encuentro, el perro "parecía desaliñado, con orejas puntiagudas y pelaje revuelto". Sin embargo, esa apariencia única capturó su atención.
Las repercusiones de un Krypto basado en la realidad
La adaptación de Ozu al hogar no fue sencilla. El perro, poco acostumbrado al contacto humano, dejó rastros de sus travesuras en cada espacio. Un ejemplo fue la destrucción de una laptop valorada en $8,000, un incidente que marcó el inicio de una serie de caos doméstico. Aun así, la energía de Ozu llevó a Gunn a imaginar cómo sería dotar a un perro así de superpoderes. Así surgió Krypto, un personaje que, aunque humorístico, añade profundidad al explorar cómo los desafíos personales pueden convertirse en material narrativo.
El futuro de Krypto en el universo DC
La inclusión del superperro en la película, protagonizada por David Corenswet como Superman, busca equilibrar acción y humanidad. "Queríamos que la cinta combinara espectacularidad con emociones genuinas", explicó Gunn. Aunque las reacciones a los avances han sido variadas, el interés por Krypto ha impulsado planes adicionales: una serie de cortometrajes centrados en el personaje se lanzarán después del estreno de Superman. Estos cortos ampliarán su rol y atraerán tanto a nuevos fans como a seguidores tradicionales.
Este enfoque refleja la estrategia de DC Studios para diversificar su universo narrativo. Gunn resumió: "Krypto es un desastre, pero increíblemente divertido". La historia de Ozu y su legado en la pantalla subrayan cómo el caos cotidiano puede convertirse en una fuente creativa, un tema que sigue vigente en las historias de superhéroes.