El caso de Dixie Villa, una niñera en Hawaii condenada a 20 años de prisión, ha generado gran conmoción debido a la trágica muerte de la bebé Abigail Lobisch, de 7 meses, ocurrida en febrero de 2019. Villa fue encontrada culpable de homicidio involuntario, por haberle administrado a la beba un antihistamínico para tranquilizarla. La medicina resultó mortal para la pequeña. 

Dixie Villa estaba a cargo de cuatro niños, todos menores de cinco años, incluidos sus propios hijos y los de Anna Lobisch, en su residencia en la Aliamanu Military Reservation. Durante esa noche, Villa administró a Abigail una dosis de difenhidramina, un antihistamínico presente en medicamentos como Benadryl, con la intención de tranquilizarla. Sin embargo, la dosis fue letal. La autopsia reveló que Abigail tenía 2400 ng/mL (nanogramos por mililitros) de difenhidramina en su sangre, casi el doble del promedio reportado (en la literatura especializada) en sobredosis fatales en bebés, que es de 1400 ng/mL .

Villa fue arrestada en julio de 2019 y enfrentó múltiples retrasos en el proceso judicial, incluyendo más de una docena de aplazamientos. Finalmente, en noviembre de 2024, fue declarada culpable de homicidio involuntario y sentenciada en mayo de 2025 a 20 años de prisión, la pena máxima para este delito.

Durante el juicio, la defensa argumentó que otros, como los padres de Abigail, podrían haber administrado el medicamento. Sin embargo, el tribunal concluyó que Villa fue la única responsable. La madre de Abigail, Anna Lobisch, expresó su profundo dolor y la imposibilidad de encontrar consuelo tras la pérdida de su hija 

Este caso resalta los peligros de administrar medicamentos sin prescripción médica, en particular a niños pequeños y a ancianos, ya que tienen menos defensas y los efectos secundarios de las drogas se potencian. La difenhidramina no está recomendada para menores de 6 años sin supervisión médica, y su uso indebido puede tener consecuencias fatales.