Gloria! - 6 puntos
(Italia/2024)
Dirección: Margherita Vicario
Guion: Anita Rivaroli y Margherita Vicario
Duración: 106 minutos
Intérpretes: Galatéa Bellugi, Carlotta Gamba, Veronica Lucchesi, Maria Vittoria Dallasta y Sara Mafodda
Estreno en salas.
Actriz con una amplia trayectoria en la televisión local y cantante, la italiana Margherita Vicario debuta en la realización de largometrajes con Gloria!, en cuya historia, nada casualmente, la música cumple un rol fundamental. Las melodías en cuestión son creadas por un grupo de huérfanas que, a comienzos del siglo XIX, viven en un instituto religioso decrépito de los alrededores de Roma. Si bien sus profesores son curas y viven rodeadas de elementos propios de la liturgia católica, lo que estas chicas imaginan a partir del descubrimiento de un pianoforte abandonado en uno de los depósitos está más cerca de la ópera rock rebelde y contestataria que de la solemnidad y la pompa de las habituales bandas sonoras eclesiásticas. No deja de ser una apuesta arriesgada la que hace la realizadora con apellido de significado religioso, porque su ópera prima podría definirse como un musical parroquial.
Estrenada en el Festival de Berlín del año pasado, donde formó parte de la Competencia Oficial, Gloria! deja en claro muy rápido cómo funcionan las cosas puertas adentro del instituto, con sus escalafones de poder bien definidos. Las mujeres, desde ya, están bien abajo, una cuestión central para una película que se inscribe en el empoderamiento femenino contemporáneo. Eso explica por qué las chicas deben aceptar sin chistar las órdenes dadas por el párroco que funge como director de orquesta. No todas ellas participan, porque a una de ellas le dicen la “muda” y hace las veces de criada de la troupe eclesiástica.
En un paso clásico de la historia de Cenicienta, es ella la que encuentra el pianoforte lleno de polvo, comenzando así una transformación grupal por la que sube varios peldaños en la consideración grupal y la desconfianza y el menosprecio dan pie a la camaradería y solidaridad. Noche a noche se juntarán para cuchichear a la luz de las velas y embarcarse en un proceso creativo por el que escriben canciones que representan fielmente sus sentires y situaciones. También revelará que la mudez es una decisión propia antes que una limitación física o psicológica. Todo esto, mientras el director –que también tiene sus propias culpas fruto de un deseo prohibido– atraviesa un bloqueo creativo de cara a la partitura que debe escribir para el acto de recibimiento en la ciudad del flamante Papa.
Con un aire de deconstrucción pop que recuerda a María Antonieta, de Sofía Coppola, Gloria! se ubica bien lejos del drama de época que podría haber deparado las circunstancias que viven sus protagonistas, chicas jóvenes abandonadas por sus familias y sometidas al poder masculino y eclesiástico. Por el contrario, la película está mucho más cerca de la fantasía adolescente arremolinada y efervescente que de la búsqueda de verosimilitud histórica. Todo esto, al servicio de una arqueología irreverente de la música de ese periodo histórico hecha por mujeres, de la que los registros públicos oficiales apenas dan cuenta.