Un acuerdo entre los peones y titulares de taxis apunta a destrabar el uso de aplicaciones no reguladas en la ciudad. Las partes consensuaron un documento de seis puntos que promueve el uso de cualquier aplicación para la captación de viajes, sin que el municipio pueda aplicar sanciones. También se pide que el municipio reserve a los vehículos habilitados la exclusividad de las paradas de concurrencia masivas y oficiales. El acercamiento fue promovido por el concejal Lisandro Cavatorta y el documento será elevado a la comisión de Servicios Públicos del Concejo. “Es un acuerdo histórico porque sincera una situación que ocurre y que la política viene mirando para otro lado”, celebró el edil del bloque Justicialista. 

El encuentro se realizó este viernes en la sede del Sindicato de Peones de Taxis, que tuvo como anfitrión a Horacio Yanotti, y contó con la participación de Mario Cesca, en representación de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti) de Rosario. Como mediador del encuentro estuvo Cavatorta, junto la concejala Julia Irigoitia, con quien comparte bloque en el Concejo. El documento rubrica seis puntos de acuerdo entre las partes y le encomienda tanto al Concejo, como al Ejecutivo local, que arbitren las medidas necesarias para que “se traduzcan en políticas públicas y marcos regulatorios que beneficien de manera integral al sector”.

El primer punto del acuerdo plantea zonas de exclusividad para los taxis. En ese sentido, insta al municipio a reforzar controles en las paradas oficiales y de concurrencia masiva, para que solo los vehículos habilitados puedan despachar viajes. En tanto, el punto número dos propone premiar al “buen empleador” que cumple con la normativa vigente, eliminando o reduciendo costos municipales hoy vigentes; mientras que el tercer ítem plantea la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) nacional, como el único tipo de inspección a exigir desde el municipio.

El punto número cuatro es el que aborda la problemática de las aplicaciones. En el acuerdo se plantea que todos los conductores de taxis habilitados puedan usar “libremente cualquier aplicación o plataforma digital de viajes” sin que el municipio los sancione. La iniciativa se propone “sincerar” una realidad vigente, que es el funcionamiento de aplicaciones como Uber y DiDi, que operan en la ciudad sin estar reguladas. Por último, el acta plantea que el servicio de geolocalización corra a cuenta del municipio y que el registro municipal de choferes se actualice de forma semestral.

“Es un acuerdo histórico porque sincera una situación que ocurre y que la política viene mirando para otro lado. Tanto los peones, como los titulares de taxis, plantean que se están fundiendo. Esto protege al sector taxista, porque no vulnera los derechos de los trabajadores, solo le permite trabajar con aplicaciones arriba del taxi, cualquiera sea”, celebró Cavatorta, en diálogo con Rosario/12. “Además, brinda zonas exclusivas para trabajar donde no va a entrar Uber ni DiDi. En lugar de pedirle a la municipalidad que controle toda la ciudad, lo que le estamos diciendo es que controles unos treinta puntos de paradas masivas”, añadió.

El concejal también señaló que el sistema de taxis está en crisis y se debe adaptar a los cambios tecnológicos y las costumbres de la época. “Nosotros creemos que las calles siguen siendo de los taxistas y también que la gente tiene la posibilidad de elegir en sus celulares. Pero ambas pueden convivir y ser sustentables”, expresó y agregó: “Esto también va en línea con el mensaje del Ejecutivo de bajar costos a los dueños de taxis y creemos que todo debe transformarse en una modificación de la ordenanza existente, actualizándola a los tiempos que corren”.

El acuerdo es una arista más dentro del debate que se viene dando en la ciudad respecto al tema movilidad. Desde principio de mes, la comisión de Servicio Públicos del Concejo mantiene encuentros con distintos actores para tratar de encontrar soluciones a las dificultades del sector. Hoy en Rosario rige la ordenanza 10.544 que regula el uso de tecnologías en el servicio de taxis y remises. Allí se plantea que las aplicaciones de movilidad que funcionen en la ciudad formen parte de un registro público y, de esta manera, que cada titular de taxi cuente con al menos una aplicación habilitada para el despacho de viajes. En una primera instancia se aprobó el uso de ocho aplicaciones, pero ni Uber ni DiDi –las apuntadas por los taxistas como competencia desleal– se amoldaron a la normativa.

Repercusiones

El acuerdo tiende un puente entre dos sectores naturalmente enfrentados: peones y dueños de taxis. Sin embargo, el contexto difícil acercó a las partes. “Es un acuerdo que busca seguir manteniendo vivo el servicio de taxis y el trabajo legal. Nosotros, como organización sindical, defendemos el trabajo legal”, resumió Yanotti a Rosario/12. “Lamentablemente, la gente hoy prefiere usar estas aplicaciones. Entonces nos parece positivo que, cuando los vecinos acudan a estas aplicaciones, sea la que sea, vaya un taxi a buscarlo y no que un particular se quede con nuestro trabajo”, añadió.

En tanto, para Cesca se trata del “inicio de una conversación” para encontrar salidas a una situación difícil. “La realidad es que el taxi está desapareciendo. En el turno noche los taxis no hay viajes, porque las aplicaciones se los llevan adelante de nuestras narices”, reconoció a Rosario/12 el representante de los dueños de taxis. También se refirió al cambio de paradigma en el sector: “Históricamente pedimos que el municipio salga a combatirlas, pero eso no se ha hecho. Hoy la posición es dividida, porque algunos plantean convivir con las aplicaciones y otros combatirlas. Lo cierto es que en el medio nos estamos fundiendo y algo hay que hacer. Creemos que esto va en el camino correcto”.